Hace unos días una amiga me enviaba una petición que desde la plataforma change.com hacía una madre española al Ministerio de Sanidad, para ampliar la baja maternal a un año de duración. (Puedes ver la petición aquí y firmarla si estás de acuerdo).
En Europa, las bajas por maternidad van desde las 14 hasta las 96 semanas y España es uno de los países con menos duración (16 semanas), aunque la remuneración es el 100% de la base reguladora. Mientras que en países más avanzados económica y socialmente como Noruega, la baja maternal es de 1 año (remuneración de casi el 100%), Suecia (96 semanas) y Dinamarca (50 semanas).
La Comisión Europea con el objetivo de impulsar la natalidad, frenar el envejecimiento de la población y fomentar la conciliación, está estudiando ampliar la baja por maternidad a 18 semanas, pero esta misma semana, la patronal europea se ha mostrado contraria a la propuesta.
EE.UU. es la única nación industrializada que no tiene una baja de maternidad retribuida por ley. El acta “US family and medical leave” sólo establece la concesión de 12 semanas de baja no retribuida por maternidad, y únicamente en el caso de empresas con más de 50 empleados. Según me ha explicado una experta en derecho laboral, es el estado quien decide cuánto tiempo y la empresa cuánto dinero (en base a las directrices de cada estado. En California, algunas empresas pagan el 50% del salario durante 3 meses y puede ser extendido a otros 3 meses gracias a la “Disability Act”). Esta circunstancia, deja en manos de las empresas la decisión de pagar o no la baja maternal… Lo podéis ver muy gráficamente en este vídeo sobre la baja maternal en EE.UU. y el resto del mundo.
Pero hace unos meses, Obama firmó un memorando para que las agencias federales permitan a sus trabajadores tener 6 semanas pagadas de baja por enfermedad, para cuidar a un hijo recién nacido o a familiares enfermos, un paso que espera que se generalice a nivel nacional.
Más allá de dineros y tiempos, la ampliación de la baja maternal y que ésta sea retribuida, no es una solución para que las “madres descansen” ni unas “vacaciones acumuladas”.
-Es un beneficio para que los niños crezcan sanos “mentalmente”, si pueden disfrutar de su madre durante el año más importante de su vida.
-Es un beneficio para que crezcan sanos “físicamente”, si pueden beneficiarse de la lactancia materna (imposible trabajando).
-Es un beneficio para que las madres puedan seguir trabajando, sin renunciar en muchos casos a su puesto de trabajo.
-Es un beneficio para las familias, porque (aunque no se perciba el sueldo entero), el gasto en desplazamientos, guarderías o cuidadoras es menor y también el estrés.
-Es un beneficio para las empresas, ya que habría más madres trabajadoras, rendirían más y faltarían menos al trabajo e incluso muchas podrían trabajar desde casa.
-Es un beneficio para el sistema de sanidad (la OMS recomienda 6 meses de lactancia maternal exclusiva y 2 años parcial). Si esto se llevara a cabo, habría menos niños enfermos, menos visitas al médico, menos gasto sanitario y menos ausencias al trabajo de los padres.
-Es un beneficio para los gobiernos, ya que según un estudio reciente realizado en Reino Unido, el ahorro para el sistema sanitario de un país si se alargara la lactancia materna sería de 40 millones de libras (unos 50 millones de euros).
-Es un beneficio para la sociedad, porque se mejoraría la conciliación, se aumentarían las tasas de natalidad y se disminuirían las sociedades envejecidas e insatisfechas.
Con todos estos beneficios ¿A qué esperan los gobiernos?
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