El efecto del coronavirus en la infancia

Dicen los expertos que el coronavirus apenas afecta a los niños, pero pueden ser grandes portadores y transmisores del virus. Y ésto, parece haberles convertido en los más perjudicados e invisibles de esta crisis. Miles de niños están confinados en sus casas, por lo que no podemos escuchar su malestar… ¿Pero y los efectos psicológicos que este confinamiento prolongado puede causar en la infancia?

Mi hijo lleva desde el 11 de marzo, que decretaron el cierre de los colegios, encerrado en casa y sin pisar la calle. Dos semanas, que se van a convertir en más de un mes, tras la ampliación del estado de emergencia. Tiene 10 años y algunas herramientas para poder pasar la cuarentena de la mejor manera posible. Pero, a pesar de que es un niño tranquilo, ya empiezo a notar en él los efectos del confinamiento, que se unen al exceso de dispositivos electrónicos y la preocupación lógica del momento: dificultad para dormir, ansiedad a la hora de comer, dolor de cabeza, nerviosismo, irritabilidad…

Infancia

Sé por familiares y amigos, que los niños más pequeños o con dificultades especiales lo están pasando muy mal. Sobre todo, los que van a centros de día que han cerrado. Por suerte, las medidas de confinamiento han cambiado algo y contemplan que niños hiperactivos y discapacitados puedan salir a la calle acompañados, siempre y cuando tengan un diagnóstico por escrito.

Pasar más tiempo en familia, compartiendo pequeños momentos es algo positivo. Pero en esta situación extraña que vivimos, conciliar con niños en casa sin salir, es complicado, y los momentos compartidos, no siempre son buenos.

Natalia Valverde, madre y psicóloga perinatal, aconseja decirle a los niños, sobre todo a los que tienen hermanos que “ahora que vamos a estar juntos, habrá momentos para todo. Que vamos a reir y que vamos a llorar. Que nos vamos a adorar y también a odiar. Que vamos a jugar y nos vamos a pelear. Y no pasa nada. Que así son las familias, que pase lo que pase, después se siguen queriendo. Que se están portando fenomenal estos días en que no se puede salir de casa y que estamos muy orgullosos de ellos”.

Esto no quita que, como psicóloga, le preocupe las consecuencias de este encierro en muchos de nosotros, pero sobre todo en los niños. “En esta prisión preventiva donde nosotros podemos ir al supermercado, pero nuestros hijos no verán la luz del sol en días”. Se acuerda especialmente de “los niños pequeños que no entienden las explicaciones. Las madres puérperas con sus bebés encerrados en casa. Los niños con distintas discapacidades y adolescentes difíciles. Son todas personas en riesgo de sufrir desórdenes emocionales, desde leves hasta severos”. Y se pregunta algo que nos preguntamos muchos padres: ¿Por qué si la gente pasea a sus perros, no podemos nosotros sacar a nuestros hijos? Para que les dé el aire, en espacios abiertos, por turnos…

Infancia

Por su parte, Heike Freire, psicóloga, pedagoga y gran defensora de los derechos de los niños, ha puesto en marcha una iniciativa para firmar la petición #CoronaInfancias en www.change.org, porque es urgente gestionar esta crisis de forma empática y respetuosa hacia la infancia, cuyas necesidades vitales no están siendo tenidas en cuenta. Ya han conseguido más de 8.000 firmas. “Los niños necesitan salir a la calle por salud, así que tenemos que ser capaces de elaborar otras medidas, como han hecho en otros países como Bélgica y Francia, porque esto se va a prolongar más de un mes”. Podéis leer la entrevista aquí.

Así que muchos padres nos quedamos en casa, pero sin renunciar a buscar soluciones que tengan en cuenta a los niños, que no pueden salir a la calle, ver a sus abuelos, jugar con sus amigos y son, en definitiva, los grandes olvidados de esta crisis.

Como dice Freire en su cuenta de Twiter: “Hagamos de esta crisis una oportunidad para poner a la infancia en el centro de nuestra sociedad. Para aprender a organizarnos y a ser más solidarios y responsables”.

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