¡Estuvimos con Elliott, el niño de E.T.!

El sábado ponían un clásico en el cine de verano de Pasadena: “E.T.”, con concierto incluido y la presencia de Henry Thomas (el actor un tanto crecidito que interpreta a Elliott) y que contó algunas anécdotas divertidas sobre el rodaje.

ETT

E.T. le dice a Elliott cuando se va que estará siempre en su corazón. Pero no sólo se quedó en el de su amigo, también en el nuestro. Recuerdo la primera vez que la vi (cuando se estrenó allá por los años 80 y yo apenas tenía 5 años) que me sorprendió tanto que no pestañeé en toda la película. Era la primera vez que se hacía una película de un extraterrestre que no era malo, que se asustaba, que se sorprendía, que eructaba, que se emborrachaba, que leía, que hablaba. La frase “E.T., teléfono, mi casa” ha sido una de las más repetidas de la historia. Tenía unos sentimientos tan terrestres, que era casi humano y se convirtió en el mejor amigo que podías tener, aunque fuera extraterrestre. Tierno, generoso, leal, divertido… tan de verdad.

ET-Y-ELLOTT

Tan de verdad que para su creador, Steven Spielberg, fue como “un amigo que podría ser el hermano que nunca tuvo y un padre que no sintió tener más”. Surgió como un amigo imaginario tras el divorcio de sus padres y hay mucho de realidad de la vida de Spielberg en la historia de ficción. Una cotidianidad tan americana que asusta, divierte y emociona y que cuanto más creces, menos te asusta y más te emociona.

ET-HALLOWEEN

Verla a través de los ojos de los niños fue como volver a verla esa primera vez. Asustarnos con los gritos de sorpresa, reírnos cuando E.T. aparece disfrazado de cualquier cosa con andares de payaso patoso, emocionarnos con cada escena en la que E.T. parece más humano y Elliott más raro… Porque al fin y al cabo, los dos han perdido su hogar.

ET-DISFRAZADO

Aunque sin duda hay dos secuencias que siempre permanecerán en nuestra memoria. Cuando E.T. se emborracha y Elliott suelta a todas esas ranas que encerradas en botes han sido anestesiadas con cloroformo en la clase de ciencias… con la misma libertad que besa a la chica que le gusta mientras E.T. ve en la tele como John Wayne besa a Maureen O’Hara en “El hombre tranquilo”.

ET-BESANDO-CHICA

Y la de las bicicletas volando, cuando todos los chicos (incluso los que no creen en la magia), se elevan mientras crecen y disfrutan como nunca antes del vértigo de mirar la tierra desde el cielo. Claro que eso no sería lo mismo sin la banda sonora de John Williams… (tanto que Spielberg editó la secuencia en función de la música).

Una película que nunca pasará de moda, porque encierra valores tan importantes como actuales, de esos que deben escribirse con mayúscula: Amistad. Tolerancia. Compasión. Empatía. Ternura. Libertad.

Algunas curiosidades…

Se rodó en California, en el Valle de San Fernando y en estudios de Culver City, de forma cronológica (para crear la emoción y relación de los personajes) entre septiembre y diciembre (coincidiendo con la época de Halloween).

¡E.T. no es un muñeco! Varios enanos se turnaban para meterse en el traje de E.T. (que costó una millonada e incluía cuatro cabezas diferentes, ojos de cristal y cuello extensible). Lo doblaron una anciana que fumaba dos paquetes de cigarros al día, 16 personas más y distintos animales de lo más variopintos.

La compañía que hacía los M&M’s no permitió usarlos en el film, porque E.T. era tan feo que asustaría a los niños y esto permitió que los caramelos Reese’s Pieces se vendieran como churros.

En la peli Harrison Ford hacía un cameo que nunca se incluyó y E.T. hizo otro cameo en Star Wars.

Tras rodar la peli, Steven Spielberg decidió ser padre.

Ganó 4 Oscars (Mejor Banda Sonora, Sonido, Edición de Sonido y Efectos Especiales) y multitud de premios, es una de las películas más taquilleras de la historia y ha sido reestrenada dos veces más con escenas adicionales.

Comments

  1. E.T vestido de gitana, es la p*** mejor escena que he visto en mi vida, jajaja!
    ♥ ♥ ♥ ♥ ♥

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