Elena Anaya y Carlos Bardem recibieron ayer el II Premio Rayo Verde otorgado por la Academia de Cine y Greenpeace, por su lucha en defensa de los océanos.
Junto a ellos, un grupo de actores implicados con el medioambiente subieron a recoger el premio, con motivo del Día Mundial de los Océanos y en representación de diferentes personalidades de la cultura. Entre ellas Elena Anaya, Penélope Cruz, Javier y Carlos Bardem, Alejandro Sanz, Álvaro Longoria, Jon Kortajarena, Inma Cuesta, Lucía Jiménez, Alba Flores… Con su activismo han tenido un papel significativo en lograr el acuerdo de un tratado global que convierta grandes áreas de aguas internacionales en santuarios marinos.
Mujeres por el ártico
Elena Anaya participó en la expedición de Greenpeace Mujeres por el ártico, con la que recorrió “la última frontera de hielo” del planeta. Una de las pocas regiones marinas que todavía quedan intactas, aunque sigue amenazada por el calentamiento global.
La actriz descubrió con asombro que el océano ártico es el más desprotegido del mundo por los convenios internacionales. Solo un 1,8%, frente al 8% de la Antártida o el 4,5% del Mediterráneo.
“Santuario”, un documental para proteger los océanos
El actor y escritor Carlos Bardem viajó al ártico en 2014 y en 2019 realizó una expedición con su hermano Javier al fondo del océano Antártico para pedir su protección. Ambos protagonizan el documental dirigido por Álvaro Longoria, Santuario.
Elena Anaya, habló ayer “como madre y ciudadana preocupada por el futuro de nuestros hijos y del planeta que compartimos. Nuestra tierra agoniza, y protegerla es proteger la vida de miles de millones de personas. Por el presente, por el futuro, por nuestra hogar… actúa”, expresó. Para ella “la naturaleza no entiende de fronteras ni de egos” y el cambio climático demuestra que “tenemos que dejar de dar poder a los que no creen en él, pero también es una oportunidad para crear un mundo mejor”.
La actriz recordó la fábula del colibrí, que en medio de un incendio voló al arroyo para coger una gota con la que combatir las llamas. “Hoy recogemos este premio en nombre de todos los que aportaron su gota de agua. Solo la suma de cientos de miles de millones de gotas lograrán acabar con este incendio que nos arrasa”, agregó.
Bardem, por su parte, añadió al discurso de Anaya: “Gracias a Greenpeace por haberme dado una causa. A veces vivimos en un lugar que nos aleja de ciertas cosas y es bueno que alguien nos agarre, nos aterrice y nos diga que podemos ser útiles y servir a una gran causa”. El actor terminó diciendo que “Los amantes del planeta no podemos rendirnos. Frente a la ecoansiedad y el negacionismo, la ecoesperanza. Está en nosotros provocar ondas que animen a otros a sumarse a estas causas, nos va el planeta en ello y no tenemos otro”.
Activismo individual y colectivo
En la actualidad, tan solo un 3% de la superficie de las aguas que cubren el planeta está protegida. Pero, tras casi dos décadas de negociaciones, activismo y recogida de firmas, se ha conseguido un acuerdo histórico para proteger el 30% de las aguas marinas internacionales en 2030.
Sin duda un motivo de celebración y un ejemplo de que la acción conjunta produce el cambio, aunque todavía queda mucho por hacer. La biodiversidad marina sigue en peligro por la contaminación, los plásticos, la sobreexplotación pesquera y la minería submarina, entre otras amenazas.
Por eso estamos en un momento político y social en el que el activismo individual y colectivo es fundamental para lograr acuerdos y proteger nuestro planeta (no olvidemos que el 71% está cubierto de agua). La cultura es una buena herramienta para denunciar injusticias, pero también para transmitir valores medioambientales y sociales. La suma de muchas gotas puede salvar el océano.
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