La semana pasada os hablaba del “Desierto de Joshua Tree” y su influencia en todo tipo de artistas. Uno de ellos fue Bono, dicen que se enamoró de este peculiar árbol por su leyenda y su significado espiritual y quiso ponerle el nombre al disco que catapultó a la fama a U2.
El 9 de marzo de 1987, lanzaban “The Joshua Tree”, con fotos de Anton Corbijn, que inmortalizó a una banda desaliñada en blanco y negro, en el único escenario de un árido desierto y un solitario árbol como espectador, situado en el centro del Parque Nacional del Valle de la Muerte…
Cuenta la leyenda que este tipo de yuca, fue llamada “Joshua Tree” por los colonos mormones del siglo XIX que pensaban que sus ramas extendidas eran como los brazos del personaje bíblico Josué, que quería alcanzar el cielo con su oración. Estos árboles son únicos porque están formados por miles de fibras, no contienen anillos de crecimiento y pueden vivir miles de años.
Pero el árbol de Joshua del álbum de U2 murió en el año 2000 y desde entonces, miles de fans de U2 de todo el mundo han ido en peregrinación a presentar sus respetos al ya famoso árbol caído.
Fue en el verano del 87, cuando escuché por primera vez el disco en el desierto de Almería, de la mano de un soñador anónimo. Sonreía como un niño con zapatos nuevos, cada vez que ponía aquella cinta a todo volumen en el viejo radiocassette de los 80 y parecía que había encontrado el mejor disco de la historia…. Sus ansias de libertad, la belleza salvaje de sus acordes, sus teclados espirituales y el ritmo trepidante, reflejaban la búsqueda incansable de preguntas sin respuestas y el desmantelamiento de la América más profunda.
Aquel soñador anónimo se fue más trágicamente que el árbol de Joshua Tree y aunque ya nadie peregrinará a su tumba, dejó una bonita y melancólica sombra.
Pero algunos soñadores, a veces tienen la suerte de influenciar espiritual, musical, social y políticamente en otros y este es el caso de este disco, considerado uno de los mejores de la historia del rock y que suena hoy, más fresco que nunca. Os dejo con “In God´s Country”, un trocito de su letra y una dedicatoria:
…“Desert Sky
Dream beneath the desert sky
The rivers run, but soon run dry
We need new dreams tonight”…
A todos los buscadores incansables de sueños y a los que tienen la valentía de cumplirlos: si, yo también pienso que necesitamos nuevos sueños esta noche…
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