Un espacio donde las mujeres vuelan alto, pero despacio.
En algún lugar entre el cielo y el suelo, desde las raíces hasta los sueños.
Viajan a tierras lejanas, a nubes cercanas o a mares profundos que no son de este mundo.
Vuelan con su imaginación, pasión e intuición. Con viento a favor o en contra. Derribando miedos, sin temor.
Se impulsan con alas de mariposa, de ángel, de hada, de musa o de diosa. Alas que aunque se quemen con fuego, siempre vuelven a nacer de nuevo.
Un viaje en el espacio y en el tiempo. Desde fuera y hacia dentro. Entre el día y la noche, la luna y el sol, del cielo a la tierra. Directo al corazón.
Este espacio no es solo para mujeres, pero sí busca su empoderamiento, a través del saber y el autoconocimiento. Equilibrar el mundo con nuestra esencia femenina, como motor de cambio. Muchos piensan que las “mujeres que vuelan” son las más peligrosas… yo creo que no es así. Solo tienes que agarrar su mano y comprobarlo. ¡Pero ten cuidado, que vienen curvas!