Adele y Beyoncé, las reinas de los Grammys

Ayer se celebró en el Staples Center de Los Ángeles la 59 edición de los Premios Grammy y sin duda las reinas de la noche fueron Adele y Beyoncé. América demostró que le siguen encantando las lágrimas de la primera y los brillos de la segunda, además de sus canciones.

GRAMMYS ADELE

Copyright: Kevin Winter/ Getty Images for Naras

Adele abrió la ceremonia cantando “Hello” a todos los premios que se llevó, incluyendo mejor canción, grabación, álbum… Después homenajeó a George Michael con una versión lenta de “Fastlove” que tuvo que volver a empezar por lo emocionada que estaba. Al final no paró de recoger premios y de deshacerse en elogios hacia su rival y sin embargo amiga, Beyoncé, con la que hasta compartió la mitad del premio al mejor álbum.

Beyoncé, aunque tenía varias nominaciones, sólo se llevó dos premios, uno al Mejor álbum urbano contemporáneo por “Lemonade”, pero no importó, porque casi le arrebata la corona a Adele cuando salió como una reina al escenario a interpretar dos temas de su último álbum. Con su actuación quiso hacer un homenaje a su recién estrenada maternidad y mira que nos gusta todo lo que sea ensalzar a la mujer y su capacidad de dar vida, pero…

GRAMMYS BEYONCE

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En un despliegue sin igual de medios técnicos y sonoros, Beyoncé “The Queen”, bajó de los cielos como una iluminada Virgen María, vestida de dorado de pies a cabeza, con corona incluída, pero también con enormes flores, collares, pulseras, pendientes y largas uñas postizas… vamos, con todo lo que encontró para parecer una diosa de la fertilidad, pero sin dejar de ser ella misma, con su larguísimo y también dorado pelo, transparencias, encajes, ajustamientos y escotazo a los que nos tiene acostumbrados. En medio de hologramas (en los que seguía apareciendo ella susurrando frases maternales con otras vestimentas y posturas) y entre aires de ventilador y flores naturales que flotaban en el aire, se fue rodeando de un séquito de tropecientas bailarinas que se multiplicaban por momentos… Pero todavía no lo habíamos visto todo, cuando la diosa superdorada, embarazada de gemelos, se sentó en una silla mecánica que desafiando todas las leyes de la gravedad la tumbó en el suelo muy lentamente bajo la atenta mirada de todos.

GRAMMYS BEYONCE SILLA

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Algunos hasta gritaron Oh my god! pensando que algún mal funcionamiento mecánico pudiera tirar al suelo bruscamente a la diosa, con sus gemelos y su corona, pero por supuesto no ocurrió nada. Me pregunto si hace falta todo esto para hacer un humilde homenaje a la maternidad, por muy grandiosa que ésta sea… Podéis ver el vídeo en este enlace.

Recuperados del susto de la elaborada performance de la Beyoncé, el momento nostálgico fue el homenaje a los Bee Gees, ya que la banda sonora de la película “Fiebre del Sábado Noche” celebraba su 40 aniversario. Pero creo que mucha gente o por lo menos yo, nos preguntamos cuál fue el criterio para juntar en el escenario a Demi Lovato, Tori Kelly, la banda de country Little Big Town y Andra Day… y que sonaran parecidos a los genuinos.

Sin duda la mejor actuación para mí fue la de Bruno Mars, que enfundado en una chaqueta de lentejuelas morada y peinado igual que Prince, hizo una perfecta e insuperable interpretación a su manera de “Let´s go crazy”, guitarra incluida.

GRAMMYS BRUNO MARS

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El mejor álbum alternativo fue para David Bowie por “Blackstar”, que por cierto cuesta creer que nunca ganara un Grammy en vida… menos mal que pese a los dorados hollywoodienses, la estrella negra sigue brillando en el cielo y en muchos corazones.

GRAMMYS CHANCE THE RAPPER

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La sorpresa de la noche fue “Chance the Rapper”. Un joven rapero de Chicago, con las ideas muy claras respecto a la vida y a la música. Además de ganar el premio al mejor artista revelación y mejor álbum de rap, salió al escenario acompañado por las estrellas de gospel Kirk Franklin y Tamela Mann y un coro de iglesia. Demostró que en la música está todo permitido si sabes mezclar rap con gospel, gorras con túnicas y violines con baterías y conseguir que suene bien. Y que la música negra pone los pelos de punta, porque sale de las entrañas o del alma. Os dejo con su magnífica actuación.

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