“En los márgenes”: mujeres que sostienen, hombres que apoyan

Fue bonito lo que se vivió anoche en Madrid, durante el preestreno de “En los márgenes”. La ópera prima de Juan Diego Botto, presentada hace unos días en Venecia y San Sebastián, iluminaba ayer la Gran Vía madrileña. Al acabar la proyección, aplausos y lágrimas de emoción sincera. Las de un público conmovido por las historias anónimas que inspiran una inusual y necesaria película sobre desahucios. Entre actores, políticos e instituciones, personas afectadas, activistas y ONG´s. Un escenario tan real, como la vida misma. 

Preestreno en Madrid “En los márgenes”

Penélope Cruz, que protagoniza el film con Botto y Luis Tosar, también lo produce junto a Álvaro Longoria. La implicación de la actriz, le ha llevado a donar parte del dinero del Premio Nacional de Cinematografía, a los afectados por las hipotecas.

Cuenta Botto que el proyecto, gestado durante varios años, surgió de un deseo de colaboración de Penélope. El actor y director, escribió una secuencia en la que una pareja discutía por un desahucio inminente. Lo compartió con su compañera, Olga Rodríguez, periodista especializada en derechos humanos, y empezaron a trabajar sobre esa idea. Hablaron con afectados, activistas, trabajadores sociales, abogados… De ahí surgió el magnífico guión llevado a cabo por el director y la periodista.

Presentación de la película

Tres historias de mujeres valientes, madres coraje, que se enfrentan a sus problemas económicos con dignidad. Buscando una red de apoyo social, femenina en su mayoría, protectora, solidaria y generosa, para salir del miedo, la angustia y la soledad.

Una realidad que sobrepasa a muchos hombres, cuando pierden el trabajo y su identidad. Se sienten frustrados y confusos, porque no llegan a lo que la sociedad les exige y ven amenazada la vieja masculinidad. Se alejan, pelean, se esconden, no saben cómo actuar ni cómo manejar sus nuevas emociones.

Mujeres que sostienen el mundo como pueden. Sujetan el techo de sus hogares con una mano, mientras trabajan y cuidan con la otra, de puntillas, haciendo malabares. Cayéndose y levantándose, vuelven a empezar de cero, una y otra vez. A veces encuentran un ángel de la guarda, otras no. Afortunadamente, cada vez hay más hombres sensibles y empáticos que intenta ayudar, pero no siempre lo consiguen. 

Pancartas pidiendo “LEY DE VIVIENDA YA”

Se acabó de proyectar la película, pero no el drama: 100 desahucios al día se han producido en España en 2022. Algunas pancartas en la sala de cine, recordaban que TENER UNA VIVIENDA ES UN DERECHO, NO UN LUJO. Y de ahí la reflexión: Nadie se queda en la calle porque quiere. Problemas de salud física o mental, económicos o emocionales, nos pueden hacer perder nuestras casas de la noche a la mañana. Más, en tiempos de inestabilidad. Los precios de alquileres e hipotecas no pueden ser más elevados que los salarios, porque sin acceso a una vivienda digna y de precio justo, los jóvenes no se pueden independizar. Y menos formar familias con hijos que sigan sosteniendo el sistema. No se trata de buscar culpables, sino de encontrar soluciones a un problema básico de derechos civiles, de desarrollo económico y social.

Hay historias en los márgenes, dentro y fuera de los límites, casos que son una excepción. Y el cine social visibiliza, porque a veces la ficción, tiene más fuerza que un telediario. Una mirada desamparada, puede cambiar las cosas y un abrazo, mover montañas.

“Grita esta vida no es vida, si pa acabar el día tengo que pelear. Lucha porque tu voz se escucha y sonará potente si es en comunidad. Siente, que el alma está valiente y siempre va de frente con fuerza y dignidad”, dice Rozalén y yo la sigo cantando.

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Mujeres que Vuelan