Da gusto pasear por Pasadena en el mes de mayo, porque todo se llena de flores. Por algo es la ciudad de las rosas y las hay de todos los colores.
Éstas me recuerdan a España, por su color rojo pasión.
Y éstas a Andalucía, por su olor… Qué sensación ver el mundo debajo de una buganvilla, cayendo sobre mis ojos como si fuera una cascada!
Algunas son una explosión de color.
Otras de un blanco inmaculado.
Algunas crecen solitarias, elegantes y perfectas.
Demasiado perfectas…
Y otras silvestres… Dice mi hijo que esta es la que más le gusta para regalarle a mamá, porque es única como esta flor.
Y huele a ella.
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