“Amapolas en octubre” es un poema, una novela y una librería en la calle Pelayo de Madrid.
Un poema de Sylvia Plath, flores rojas, una máquina de escribir, un sillón de terciopelo azul. Recuerdos de infancia, sopas de letras en azulejos de cocina, una habitación prohibida y un rincón secreto con dos librerías.
La fría y nevada Boston, la lluvia, el viento y el mar. Dos amigas inseparables, un camisón etéreo al borde del abismo. Una mujer efímera convertida en sirena, un amor infinito, libertad y locura.
Un barco a la deriva, un naufragio envuelto en lágrimas, una habitación de hospital. Silencios. El vacío de la muerte, el dolor de la pérdida, aprender a dejar ir.
“Qué bello es vivir” como si no hubiera un mañana. Recordar, perdonar, olvidar y seguir adelante…
Un baúl lleno de memorias y disfraces, un hada buena con varita mágica, una estrella de purpurina, un sueño convertido en librería, una fiesta de cumpleaños y un puñado de libros para ahogar las penas.
“Fue usted, señora Dalloway, fue usted quien rescató mi sueño del olvido y la que metió la llave en la cerradura de mi ilusión, invitándome a adentrarme en mi futuro. Y creo que ya ha llegado el momento de agradecerle su ayuda, así que en esta ocasión, yo seré la anfitriona de la fiesta”. (Fragmento de “Amapolas en octubre” de Laura Riñon Sirera. Editorial Tres Hermanas).
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