Hoy se celebra el Día de la Conciliación y la Corresponsabilidad. Conciliar la vida personal, familiar y laboral y ser corresponsable con las responsabilidades familiares es tarea de todos.
Se trata de que la sociedad tome conciencia de su importancia, pero poco se ha hecho en materia de conciliación en los últimos años, además de las buenas intenciones y el teletrabajo (que ha sido más una necesidad de la pandemia).
En nuestro país seguimos sin conciliar, en la mayoría de las ocasiones, a consta de las renuncias de las madres. Porque conciliar no es renunciar a la carrera profesional por cuidar, o que a tus hijos los cuiden sus abuelos. Que los niños sean los primeros en llegar al colegio y los últimos en marcharse. O atiborrarles a actividades extraescolares porque no da tiempo a recogerles. Conciliar no es que todas las horas del día las ocupe el trabajo.
¿Dónde queda entonces el equilibrio personal, familiar y laboral?
Por todo esto, conciliar no es solo una cuestión relacionada con la maternidad. Es que los organismos, las leyes y las empresas tengan en cuenta el bienestar de los trabajadores. Si son más felices, esto repercutirá en la mejora de su rendimiento y en la economía. Dicho de otra manera: No por trabajar más horas, los resultados son mejores.
Pero es necesaria la implicación de toda la sociedad, familias, trabajadores, administraciones públicas, empresas y agentes sociales para continuar avanzando en materia de derechos e igualdad. Las empresas más avanzadas, ya han empezando a cambiar, pero que no te ocurra a ti, no significa que no exista… Todavía queda mucho por hacer:
-Cuidar y proteger a nuestros sanitarios y docentes, invirtiendo en medios y personal de sanidad y educación públicos.
-Potenciar la Responsabilidad Social Corporativa en las empresas.
-Que los padres y las madres compartan roles.
-Que puedan cuidar de sus hijos mientras desarrollan su carrera profesional.
-Un reparto equilibrado de responsabilidades y tareas.
-Flexibilización horaria.
-Revisar permisos laborales para el cuidado de los hijos.
-Ampliar permisos de paternidad y maternidad.
-Incentivar la maternidad en vez de castigarla.
No olvidemos que aumentar la natalidad y criar niños sanos deben ser objetivos imprescindibles para el bienestar y el funcionamiento eficaz y equilibrado de nuestra sociedad.
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