El sábado pasado se celebró en el Chinatown de Los Ángeles el Nuevo Año Chino. Es en este Año de la Cabra, en el que se deben resolver los conflictos que se han gestado en las regiones del mundo, dicen los astrólogos…
Hubo desfile, el 116th Annual Golden Dragon Parade & Chinese New Year Festival, confetis, petardos y fuegos artificiales en Chinatown y en Arcadia (una pequeña ciudad al noreste de LA con gran población asiática). Y es que el condado de Los Ángeles es la segunda ciudad de EE.UU. donde se concentra la mayor comunidad de asiáticos.
Talleres para niños, abuelitas que les enseñaban el arte de tallar frutas y verduras…
Artistas que enseñaban el arte de la caligrafía con pinceles y tinta china…
Coloridas esculturas… muy buen ambiente para los niños y una excelente oportunidad para que aprendan que la cultura china encierra muchas más cosas que “comida barata”.
Demostraciones de artes marciales, divertidos concursos gastronómicos, aprendimos a hacer “dumplings” y comimos sopa de noodles.
Más allá del folklore, me sorprendió el barrio chino, por sus tiendas de diseño asiático, sus restaurantes y sus galerías de arte.
Porque en Chinatown puedes encontrarte las cosas más inverosímiles… como una enorme jaula con tres loros que miran absortos ¿qué hace un pegaso volando en un estudio de arquitectura mientras sus dueños degustan buen vino bajo la atenta mirada de una luz surrealista?
¡Eso sólo puede pasar en Chinatown, habrá que darse otro paseo por sus callejones!.
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