En California la Navidad comienza con la llegada del árbol navideño. Si en España la discusión de cada casa es ¿árbol o belén? o las dos cosas, aquí no hay casa que se precie que no tenga su “Árbol de Navidad”. Y si es de verdad, mejor. Y el más grande por supuesto, para poder ponerle bien de luces y adornos… Aunque también los venden artificiales, la mayoría la prefiere “frescos” y como hay muchos bosques e incluso los cultivan en “granjas”, es fácil encontrarlos.
Los venden por todas partes. En las tiendas de jardinería, en los supermercados, en mitad de la calle… Incluso hay empresas que te los “alquilan” por unos días y después los recogen y los vuelven a plantar.
Eso sí, tienes que hacer un máster, porque hay más de diez variedades diferentes… Por 40 dólares te compras árbol, luces y base y te lo atan al coche (aunque lo tienes que acabar de atar tú, por si se cae en mitad de la carretera que seas el responsable).
Los americanos hacen concursos buscando el árbol más grande, pero mientras se ponen de acuerdo, deciros que en California (San Diego) está uno de los más grandes. Es el de “Legoland”, lo enciende por sorpresa un invitado famoso cada año (el 1 de diciembre) y está formado por 245.000 ladrillos verdes.
“Disney” está plagado de árboles de navidad, a cuál más adornado.
Y en “California Adventure” los más originales son los de “Cars”, con ruedas, tapacubos, conos, señales de carretera…
El más alto de Los Ángeles está en el centro comercial “The Grove”, mide más de 33 metros y tiene hasta un trineo volador.
Y en Pasadena, el del “City Hall” es el más famoso.
Aunque en la Plaza del Paseo de Colorado hay uno desde el que puedes ver hasta “cine de Invierno” en la calle.
Pero para nosotros el más bonito es el nuestro, porque lo hemos decorado nosotros y este año ¡tenemos un árbol de verdad grande!
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