Hoy 22 de Abril se celebra en muchos países “El Día de la Tierra”. Su creador, el senador estadounidense Gaylord Nelson, instauró este día para crear una conciencia y sensibilidad medioambiental, con el fin de proteger el planeta Tierra.
Pero paradójicamente, EE.UU. es uno de los países que más contamina. Cuando se firmó el Protocolo de Kioto en 1997, se comprometió a reducir sus emisiones en un 6%, pero poco después se retiró y hoy en día sus emisiones de CO2 han aumentado. En 2001, anunció que no ratificaría el protocolo, porque eso perjudicaba a su economía. Hace apenas unos meses EE.UU. hizo un pacto con China para reducir sus emisiones, a ver si lo cumplen… porque eso repercute al malestar del planeta.
Lo cierto es que muchos días Los Ángeles se ve así:
No es niebla, es contaminación. Y esto provoca cantidad de alergias, problemas respiratorios y de la piel en nuestro cuerpo y en el de nuestros hijos. Si además no llueve, como en California, la cosa se complica y esto está afectando a la pureza del aire y provocando una inmensa sequía.
Cuando vine a vivir aquí, me llamó la atención que siendo un paisaje desértico, hubiese tanto césped en casas, parques, campos de golf y cultivos que requieren mucha agua.
Pero desde hace cuatro años, California vive una gran sequía y hasta ahora no se han empezado a tomar medidas (hace unos días El País publicaba un artículo sobre esto bastante interesante, os dejo el link). Es cierto que ha aumentado el precio del agua y se ha prohibido regar los jardines más de 3 veces por semana (en Pasadena sólo 1 día). Además, si quitas el césped de tu casa, te pagan y te ponen una placa.
Mi vecina tiene un jardín estupendo, con plantas autóctonas, pero cuesta mucho cambiar la mentalidad de la gente…
Y yo me pregunto: ¿De qué te sirve tener un césped de ensueño para que tus hijos jueguen, si hoy no pueden respirar bien y mañana no les quedará agua? La concienciación medioambiental es un problema de educación sí, pero los niños están bastante concienciados. Somos los adultos los que tenemos que cambiar nuestros despilfarros y cómodos hábitos cotidianos, en favor de su bienestar futuro. Y mientras tanto, los aspersores siguen regando como si no pasara nada…
Ojalá no tuviera que existir “El Día de la tierra”, porque todos los días nos preocupáramos de cuidarla…
Speak Your Mind