“El Filandón”, mujeres tejedoras de historias

No, no es un insulto ni viene de Finlandia… “El Filandón” era una reunión social, donde las mujeres tejían mientras contaban historias después de cenar. Se reunían en la cocina de una casa de la aldea, alrededor de la chimenea. Lo hacían en las noches frías del invierno, en el norte de España, después de terminar las tareas agrícolas, guardar las ovejas y meter al resto de animales en las cuadras. 

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Filandón“, 1872. Luis Álvarez Catalá.

¿Pero de dónde viene esta palabra tan curiosa? Mientras las mujeres “filaban” (“hilaban” en castellano antiguo) la lana de oveja, contaban historias, chistes o cotilleos. Los hombres, por su parte, fabricaban pequeños útiles artesanos. Una tradición oral que ha pasado de abuelas a madres e hijas.

“Las Hilanderas”, Velázquez.

En algunos lugares, se acompañaba de orujo, queimada o “ferviu” (vino hervido con miel). Los invitados de otras familias solían llevar alimentos para compartir.

Este momento comenzó a desaparecer con el inicio de la radio, que separaba a los hombres, mientras las mujeres seguían tejiendo alrededor de la lumbre. La televisión terminó con estas bonitas tradiciones sociales de los pueblos.

El filandón en el cine

En 1984 el cine recuperó esta tradición del olvido, con la película “El Filandón”, de José María Martín Sarmiento. En ella se narraban varias historias: Luis Mateo Díez narra Los grajos del sochantre, Pedro Trapiello Láncara, Antonio Pereira Las peras de dios, José María Merino El desertor y Julio Llamazares Retrato de bañista.Estos escritores, junto a otros como Juan Pedro Aparicio, son los responsables de la popularidad literaria del filandón y de su posterior renacimiento.

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Bien de Interés Cultural

Afortunadamente el filandón se sigue practicando en la provincia de León (donde se conoce como “caleció”), en Asturias y en Galicia. El 8 de junio de 2010, las Cortes de Castilla y León, lo declararon Bien de Interés Cultural y pidieron  su inclusión dentro del matrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. 

Recientemente esta tradición se está recuperando, principalmente en León, gracias a escritores, narradores orales, cuentacuentos y músicos que han llevado el filandón a distintos escenarios y lo han enriquecido con nuevas historias y canciones. Ha llegado incluso a otros festivales literarios del mundo como el de Nueva York.

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Jornadas de Tradición Oral en el Matadero

Mañana domingo, en la Casa del Lector del Matadero de Madrid, se celebran las XII Jornadas de la Narración Oral y esta es su original propuesta para pequeños y mayores:

“¿Cuándo han estado más cerca las palabras y los hilos que en los ancestrales filandones al amor del hogar y la débil luz de los candiles?

Nuestros ancestros necesitaban enormes cantidades de hilo, para tejer, vestirse, hacer ajuares domésticos y talegas o sacos de transporte. La tediosa tarea de hilar se hacía menos, si al par que las fibras se hilaban historias, verdaderas o falsas, el cotilleo de una historia real que a fuerza de compartirse y adornarse se convertía en mito universal, las fórmulas para conjurar los miedos, los consejos maritales y el apoyo de la comunidad pasaban por estas invernales sesiones de ocio productivo, de creación de vínculos.

Hoy el concepto de filandón lo han reformulado mujeres que huyen del entretenimiento impuesto de la televisión y se encuentran para hilar o al menos compartir su sabiduría y desarrollar proyectos comunitarios.

Esta es nuestra intención, recrear un filandón al calor de los tornos y las ruecas, las agujas de crochet o los bastidores…todo artilugio textil transportable y no ruidoso será bienvenido a este corro de narradoras y narradores que cuentan, de hilanderas, de gentes que escuchan y tienen ganas de saborear cuentos, de aprender sobre tradiciones y de hacer algo diferente y creativo.

Si te gusta pegar la hebra, te esperamos y si te apetece, trae tu labor y las orejas bien abiertas”. Más info en: https://casalector.fundaciongsr.org/filandon/.

Cuentos a la luz de las velas por el planeta

Yo os animo a que esta tarde, en La Hora del Planeta (de 20.30 a 21.30), apaguemos luces y electrodomésticos, encendamos lumbre o velas y nos contemos historias, pasajes de libros o cuentos como antaño. Por el medioambiente y para recuperar sin olvidar las bonitas tradiciones de los pueblos españoles y nuestra oratoria: el arte de contar historias.

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Mujeres que Vuelan