El Día de San Valentín, lejos de regalos y fiestas comerciales, es un buen momento para recordar que en época de haters, conflictos y violencia: el mundo necesita más AMOR, con mayúsculas.
AMOR universal, para aceptar al otro cómo es, respetarle y ser más tolerantes, aunque tenga otra opinión o ideología.
AMOR de madre, incondicional, abrazos que todo lo curan, admiración y amor filial.
AMOR de enamorados, pasión y deseo que todo lo pueden, que no entiende de razas ni clases sociales, pese a los que se oponen.
AMOR como antídoto contra el odio. Más besos y menos guerras. Más palabras amables y menos juicios y reproches.
AMOR complejo, contradictorio, libre, fascinante, vivo. El que arropa al bebé al nacer. El que nos hace crecer. El que da alas para volar y el que hace renacer.
AMOR generoso para compartir, aceptar, comprender, hacer feliz, pero también para dejar ir.
AMOR verdadero para ayudar a la otra persona a convertirse en quien quiere ser y a conseguir todos sus sueños.
AMOR auténtico y valiente, para seguir caminando juntos, pese a las dificultades, leal compañero de viaje.
AMOR a los otros y AMOR propio.
Dice la canción que “el amor está en el aire”… Atrápalo, abrázalo y compártelo siempre, porque es lo único que llenará nuestros corazones para que vuelen!
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