El esplendor de Viena no cobraría vida si no fuera por los numerosos oasis verdes que, no solo adornan la ciudad, la hacen más habitable.
Ha sido votada varias veces “La ciudad más verde del mundo” por sus parques, zonas verdes, el uso de energías renovables, la calidad del aire, la oferta de transporte público y sus mercados de productos ecológicos.
Oasis verdes, pulmones de ciudad
Prados, parques, viñedos, bosques, campos, jardines… El bosque Wienerwald y los humedales del Danubio, hacen que casi la mitad de la superficie total de Viena sean espacios naturales. Y el barrio Hietzing es el más verde, con un 70 % de zonas verdes.
Los Jardines del Museo Belvedere, los Augarten, los del Palacio Schönbrunn, el parque Stadtpark, el Volksgarten o el Jardín Botánico de la Universidad de Viena son algunos de los parques más bonitos de Viena.
Más de 95.000 árboles por toda la ciudad, 900 parques urbanos, 700 apicultores que cuidan 6.000 colonias de abejas, 800 granjas donde se cultivan pepinos, berenjenas, pimientos, tomates…
El Parque Nacional del Danubio es el “pulmón verde” de Viena. Regula el clima de la ciudad y es el humedal ecológico, virgen y natural más grande de Europa Central. A 15 minutos del centro se encuentra la Isla del Danubio o el Bosque Prater.
Los vieneses adoran el transporte público. El tranvía pasa continuamente, al igual que los autobuses y el metro, que funciona toda la noche. La bici es su vehículo preferido para las distancias cortas y casi no utilizan el coche. La ausencia de tráfico y ruido es una bendición. Además tienen un bono barato con el que puedes recorrerte la ciudad en cualquier medio de transporte, incluido el tren. Me pregunto… ¿Cuándo lo harán en España?
No necesitan agua mineral, porque el agua potable llega de los Alpes, a través de acueductos de agua de manantial. Las calles, los parques y los espacios públicos están impolutos e invitan a pasear. A pesar de ser una gran ciudad, se practica el Slow life. Tal vez, por sus maravillosos cafés, que invitan a la tertulia y la reflexión.
Este es el modelo de ciudad que deberíamos imitar. La verdadera evolución humana que habite en un mundo desarrollado de verdad.
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