La historia de los Jardines Descanso la forman las personas que han cuidado estas plantas durante siglos, hasta convertirlas en lo que son ahora: un jardín botánico de más de 60 hectáreas situado en La Cañada, en el condado de Los Ángeles.
Hace más de 10.000 años, los nativos americanos de la tribu de los Tongva, vivían en las tierras que ocupan hoy los jardines. El 1784, el primer Gobernador español de California, las escrituró a nombre del soldado Jose María Verdugo, como regalo por su lealtad y pertenecieron a su familia hasta 1869. Durante la guerra y la fiebre del oro, las tierras fueron divididas sucesivas veces y tuvieron diferentes dueños, hasta que en 1937 las compró E. Manchester Boddy, un americano hecho así mismo, hijo de un vendedor de patatas, que empezó vendiendo enciclopedias y acabó siendo el dueño del Daily News, el periódico que por aquel entonces se leía en Los Ángeles.
El caso es que el Sr. Boddy, que tuvo tanta influencia en la vida social de la época que hasta se presentó a senador, era también un gran aficionado a la horticultura, por lo que empezó a coleccionar camelias de diferentes especies y llegó a plantar más de 100.000. Después plantó rosas y lilas, pero su colección de camelias se convirtió en una de las más grandes del mundo.
En 1953 vendió su rancho al Condado de Los Ángeles, convirtiéndose en jardín público. Desde entonces, se mantiene gracias al trabajo de voluntarios y ONGs y las donaciones de sus miembros, con las que se ha podido ampliar la colección de flores, plantas y árboles, diseñar un jardín japonés, otro de tulipanes, un huerto con hortalizas y frutales realizado por estudiantes o un jardín de plantas nativas californianas con unas amapolas maravillosas.
También realizan eventos, conciertos de música clásica, bodas, exposiciones y paseos en esta simpática réplica de tren diésel, que parece de juguete y que encanta a niños y a mayores.
No puedes dejar de ver la Casa de Boddy, una mansión de 22 habitaciones de estilo Hollywood Regency, diseñada por el arquitecto de las estrellas de Beverly Hills, James E. Dolena, o alquilarla para cualquier evento. Tiene una biblioteca estupenda, una cocina maravillosa y un salón de baile de ensueño…
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