Borrar fronteras es ampliar horizontes…

Decía Nelson Mandela que “No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta de cuánto has cambiado tú”.

No cabe duda de que viajar abre las mentes y te hace ser más tolerante. Al igual que muchos de vosotros, intento darle a mi hijo, día tras día, una educación basada en el RESPETO. Vivir en California, enriquecido por la variedad de idiomas, razas y culturas, le ha permitido adquirir esa empatía para convivir con los demás como iguales, aunque perciba que son diferentes en su forma de vestir, de amar o de pensar.

RESPETO

Hoy, vuelvo a mi tierra y observo con sorpresa que se ha avanzado poco, sin terminar de pasar la página de un libro de historia que a veces se hace largo y pesado. Y es ahora cuando, azuzados por los que deben gobernarnos con honestidad, vapuleados por los que tienen la misión de velar por nuestra seguridad, manipulados por los que han de informarnos con neutralidad y confundidos por la superficialidad de las redes sociales… me siento decepcionada.

Decepcionada y triste por esa falta de diálogo para arreglar las cosas que nuestros hijos no entienden, a pesar de su corta edad… ¿Cómo es posible que los niños se den cuenta y los adultos no?, me decía ayer un amigo con lágrimas en los ojos. Y yo me mordí la lengua por la rabia, maldiciendo el día en el que la bondad del niño se convierte en corrupción adulta.

Después de acostarme con el mal sabor de boca del desencanto, pero la satisfacción de poder discutir con mis amigos sin dejar de serlo, a la mañana siguiente, vuelvo a creer en el ser humano. En ese raciocinio que algunas veces nos diferencia de los animales, para saber focalizar, enmendar errores y seguir luchando por lo que consideramos injusto, unos y otros. Sin olvidarnos “todos” de que en democracia, el poder sigue siendo del pueblo y la única arma permitida: la palabra.

Dejemos la pasión española para amar y disfrutar de la vida. Pero para resolver conflictos, seamos críticos con nosotros mismos, salgamos de nuestra madriguera, escuchemos al otro, informémonos en profundidad, reflexionemos con calma, cambiemos de opinión si hay que hacerlo, reclamemos a los que no nos representan y sigamos educando a nuestros hijos en el RESPETO, para poder convivir borrando fronteras y ampliando horizontes.

Speak Your Mind

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Mujeres que Vuelan