Durante el confinamiento, los libros han demostrado ser salvadores de almas. Las bibliotecas, junto con las librerías, vacunas que curan pandemias.
Espacios de silencio contra ruido mediático. Paradas de descanso, para huir de la prisa y la inmediatez. Círculos de encuentro, frente al desencuentro. Templos que unen culturas, religiones, fronteras y corazones. Lugares de culto que expanden sabiduría y amor. Amor por los libros.
En sus estanterías, descansan en papel la fantasía, la realidad, el saber y la intuición, que invitan al pensamiento crítico y la reflexión. Bellas ilustraciones y textos filosóficos e inventados. Antídotos necesarios para hacer frente a la ligereza de contenidos, la superficialidad de opiniones y los titulares alarmantes que circulan en internet y redes sociales.
Pese a todo pronóstico, los hábitos de lectura han aumentado y se ha incrementado la venta de ensayos y novelas, disparándose durante el Día del Libro. La creación de la plataforma online Todostuslibros, nos ha permitido encontrar ese título ansiado más próximo a nuestra casa, redescubriendo las librerías de barrio de toda la vida.
Nuevos espacios literarios
Por otro lado, en distintas ciudades como Madrid y Barcelona, han surgido nuevos espacios literarios. Buscan reinventar un sector que parecía estancado. Se muestran y perciben como válvulas de escape a una realidad cada vez más digitalizada y distópica. Son auténticos paraísos perdidos de búsqueda de utopías.
En Barcelona, se inauguraba hace unos días la librería Finestres, con la promesa de enriquecer el alma y la cultura de la ciudad. Un espacio para leer en silencio, sin móviles ni wifi, especializada en Humanidades y Pensamiento Crítico. Títulos clásicos, en varios idiomas, contemporáneos y universales. Ordenados de una forma diferente y orgánica, para que unos libros nos lleven a otros. La puesta en escena también busca ser distinta, con otras maneras de hablar de literatura, veladas de autores, performances o lecturas públicas de obras.
Pero no es la única. En la ciudad condal también han surgido Ona Llibres, especializada en libros en catalán o Byron, donde podrás tomarte un café, mientras disfrutas de una buena historia junto a la chimenea. La barcelonesa Lata Peinada, ha abierto una nueva sede en el barrio de Malasaña de Madrid, especializada en literatura argentina y latinoamericana. Y en Chueca, también inauguró Taschen hace unos meses su primera librería en España. El emblemático local de la antigua mercería Santa Rita, acoge los libros más exclusivos de arte, diseño, arquitectura, fotografía y cine de la editorial alemana.
Favorecer el pensamiento crítico
Parece que uno de los efectos positivos de la pandemia, ha sido recogernos en una soledad inusual a la que no estamos acostumbrados. Para reflexionar sobre inmediatez y pausa, prioridades y cosas esenciales. No me cabe duda que la lectura, los libros y las librerías, curan muchos males de las sociedades modernas, como la ignorancia, las verdades absolutas y la intolerancia. No todo puede conseguirse a golpe de clic… ese gesto tan repetitivo que puede llegar a deshumanizarnos, a hacernos menos pensadores y, en consecuencia, menos libres.
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