“Ensañarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”, decía la Madre Teresa de Calcuta. Una breve reflexión que explica, sobre todo por la persona que lo dice, que no hace falta ser madre natural para enseñar las principales cosas de la vida. Que el poder del vínculo, va más allá del espacio y el tiempo. Que los hijos no son posesiones, sino seres vivos independientes. Pero que, por mucho que vuelen, nuestro ejemplo, nuestro amor incondicional y nuestra protección hacia ellos, les acompañarán siempre en el camino que elijan, agarrados de nuestra mano y nuestro recuerdo. Feliz Día primaveral a todas las Madres del Mundo!
“Las Tres Edades de la Mujer”. Gustav Klimt
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