Un poco de poesía, en el Día del Libro

Hoy quiero reivindicar el papel de la poesía, en los libros y en la vida. Ese género silencioso y sutil que, a través de juegos de palabras, reconstruye la belleza del mundo destruido y de los corazones rotos. El verso suelto de la literatura. Poemas que nos hacen recordar, con melancolía, lo que un día fuimos. Seguir creyendo en el amor y en nosotros mismos, aunque a veces dudemos.

El último y reconocido poemario de Raquel Lanseros, XXVI Premio de Poesía Generación del 27, El sol y las otras estrellas, está dedicado al AMOR universal. Toma prestado su nombre de la Comedia de Dante“La fantasía se quedó sin fuerzas, mas ya mi voluntad y mi deseo giraban con la fuerza del amor que mueve el sol y las demás estrellas”.

Fue una mañana de primavera, en la silenciosa aldea. Solo se escuchaba el canto de los pájaros y una voz sincera. Difícil de olvidar, el momento sublime de suprema belleza.

Escuchar a Lanseros recitar sus versos es intuir su alma sencilla y a la vez, compleja, a través de la sonrisa amable de su mirada. Su transparencia, cercana, enraíza el espíritu poético. Salpica los versos de sabiduría y breves reflexiones, mostrando su evolución humana y artística.

Su Oda a la creencia, su reivindicación del asombro y su defensa de lo artístico demuestran que en poesía, como en la vida, no todo lo que existe se puede demostrar y sin embargo ES.

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Mujeres que Vuelan