Hoy os quiero hablar hoy de una planta muy especial: “la stevia”. El único edulcorante sano y natural sin calorías y que además, tiene múltiples beneficios para la salud.
Se extrae de la hierba “Stevia Rebaudiana”, originaria de Paraguay y aunque los indios guaraníes (que la llamaban “hierba dulce”) ya la utilizaban para endulzar las comidas y bebidas desde hace mucho tiempo, se ha mantenido como “el secreto natural más dulce” hasta hace unos años, que se ha podido comercializar en EE.UU. y Europa, por distintos intereses de multinacionales y farmacéuticas. En EE.UU. la puedes encontrar en cualquier supermercado y en España creo que sólo en herbolarios. Viene presentada en distintos formatos (hojas, líquida, en polvo…).
Pero lo mejor de esta planta es que, se han descubierto (a través de numerosos estudios realizados) sus propiedades curativas en casos de: diabetes, cándida, tensión alta, sobrepeso, caries y gingivitis, problemas digestivos, acné y problemas cutáneos, por su alto contenido en proteínas, fibra, carbohidratos, hierro, fósforo, calcio, potasio, sodio, magnesio, zinc, vitamina A y C.
Y lo mejor es que ¡los diabéticos pueden consumirla!. Estudios médicos constatan que “el principio activo de la planta induce a las células beta del páncreas a producir por ellas mismas importantes cantidades de insulina, lo que contribuye a reducir la glucosa en sangre”.
Yo la utilizo para endulzar bebidas (limonada, infusiones, café…) pero la puedes utilizar también para cocinar y para repostería, aunque ten en cuenta que deberás añadir menos cantidad, porque aunque no tiene calorías, su poder edulcorante es 300 veces superior al del azúcar.
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