“Hoy hace exactamente un mes del gol de Olga Carmona, un gol que hizo a la Selección de fútbol femenina campeona del mundo. Solo ha pasado un mes. Yo tengo la sensación de que ha pasado un siglo. Y esa mañana decía, ¿se acuerdan ustedes el primer mes posterior a ese maravilloso gran gol de Iniesta que nos hizo campeones del mundo? La de veces que vimos repetido ese gol, la de veces que hablamos de ese partido, la de veces que hablamos de esa selección, de cómo jugaba, de cómo la tocaba, de cómo consiguió ese Mundial”… Así comenzaba hoy la periodista Àngels Barceló en su programa “Hoy por hoy”.
Ha pasado un mes desde que el comportamiento machista, maleducado y obsceno del expresidente de la selección femenina de fútbol ensombreciera la victoria por un beso no consentido a una subordinada, fuera de contexto y lugar.
Un mes en el que las jugadoras han sido ninguneadas, criticadas y coaccionadas (a riesgo de ser sancionadas) por sus peticiones, declaraciones y cambios de emociones.
Un mes en el que, una vez más, muchas personas y medios de comunicación han cuestionado, juzgado y culpado a la víctima por encima del verdugo, que es el único responsable de lo que nunca tendría que haber ocurrido.
Un mes en el que ni la federación, ni la nueva entrenadora han estado a la altura, haciendo oídos sordos y mintiendo una y otra vez ante las peticiones y el malestar de las campeonas del mundo.
Esta madrugada, la federación de fútbol RFEF, el Gobierno y el Consejo Superior de Deportes, han acordado que la mayoría de internacionales acepten ir, pero con condiciones y cambios inmediatos. Sin sanción para las que quieran abandonar la concentración, se creará una comisión mixta donde se profesionalizará el fútbol femenino.
La nueva entrenadora, Montse Tomé, convocó a las jugadoras que renunciaron a volver a la selección hasta que no cambiaran las cosas. Pero bajo la perspectiva de ser sancionadas según la ley por no asistir (podrían perder la ficha federativa y no poder volver a jugar al fútbol), acudieron.
Como era de esperar, Jennifer Hermoso no fue convocada. Su denuncia del beso envenenado le ha pasado factura, aunque según la entrenadora “es para protegerla”. “¿Protegerme de qué?” Ha contestado Hermoso en un comunicado.
“Llevamos semanas, meses, buscando esa protección que dentro de la misma RFEF no hemos podido encontrar. Las mismas personas que nos piden confianza son las que hoy lanzan una lista con jugadoras que han pedido ser NO convocadas.
Las jugadoras tenemos muy claro que es otra estrategia de división y manipulación para intimidar y amenazarnos con repercusiones legales y sanciones económicas. Otra prueba indiscutible que demuestra que nada ha cambiado a día de hoy y que confirma la razón por la que estamos luchando y como lo estamos haciendo.
Quiero mostrar mi apoyo total a mis compañeras que hoy han sido sorprendidas y forzadas a reaccionar ante otra situación lamentable ocasionada por las personas que hoy en día siguen tomando decisiones dentro de la RFEF.
También me gustaría dejar algo muy claro. Hoy se ha intentado argumentar que el ambiente sería seguro para mis compañeras cuando en la misma rueda de prensa se comunicó que no me convocan para protegerme”, ha añadido la jugadora de forma contundente.
“Proteger” es buscar las herramientas, las palabras, los espacios y las personas que sepan ayudar a nuestras jugadoras de la Selección española a hacer lo que mejor saben hacer en las mejores condiciones: jugar al fútbol. Y lo han demostrado con creces.
Es por esto que son un ejemplo a seguir para el resto de jugadoras y las nuevas generaciones, no solo por su esfuerzo, constancia y perseverancia, sino también por la lucha para conseguir sus derechos, sin ser pisoteadas.
Estoy segura de que esto es el principio del cambio en el deporte español femenino y un paso más en la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres. ¡Bravo Campeonas!
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