“Daruma” y los nuevos propósitos

Enero es el mes de subir la cuesta, de bajar los kilos, de los buenos deseos y los nuevos propósitos. Pero difícil no es imposible… Una buena manera de materializarlos es hacernos un Mapa de Sueños o regalarnos un Daruma!

En la cultura japonesa, los Daruma son muñecos de papel maché, que representan a Bodhidharma (Daruma en japonés), el fundador del Zen. Cuenta la leyenda que el maestro Daruma perdió los brazos y las piernas de estar tantos años escondido en una cueva meditando y sin utilizarlos. Por eso se le representa sin extremidades.

Daruma

El muñeco tiene forma ovalada y suele ser rojo (en referencia a la vestimenta de los monjes y porque en la cultura asiática, el rojo significa energía y buena salud). También los hay amarillos, verdes y blancos, en función del propósito. Sus cejas tienen forma de grulla y su bigote de caparazón de tortuga, ya que ambos animales simbolizan longevidad. Pero lo más característico es que sus ojos están sin pintar. Su dueño debe pintarle un ojo (normalmente el izquierdo) al pensar en su meta. Después, lo colocará en un lugar visible, donde resulte un recordatorio y motivación del trabajo que debe realizar para lograr su objetivo. Cuando lo haya cumplido, le pintará el otro ojo. ¡Yo ya le he pintado un ojo al mío! A ver cuanto tardo en pintarle el otro…

En japonés Okiagari Koboshi quiere decir “pequeño monje que se pone de pie”. Y es que algunos Darumas vuelven a su posición vertical al ser empujados hacia un lado, como un tentetieso. Esto simboliza el optimismo, la persistencia y la determinación. Pueden ir acompañados del proverbio Nana korobi hachi oki: “7 veces caigo, 8 me levanto”.

Daruma

Otro tipo de Daruma es el Otoshi, un juguete popular japonés. Consiste en una pila de cinco discos de madera y un Daruma. El objetivo es eliminar con un mazo cada uno de los discos hasta que sólo quede el Daruma. Este juego es muy utilizado para enseñar a los niños a tener paciencia, concentración y perseverancia.

Su simbolismo popular actual, como amuleto de la buena suerte, se originó en el Templo de Daruma Takasaki (Tokio). Al principio para proteger a los niños de enfermedades como la viruela.  Pero los feligreses tenían nuevos própositos cada año, por lo que fabricaron unos moldes de madera para que la gente hiciera amuletos de papel maché tridimensionales. Cada año se celebra un festival de Daruma en la ciudad y más de 400.000 personas acuden a comprarlos, ya que ahí se fabrican el 80% de los muñecos de Japón. El festival, incluye además una lectura de sutras de 24 horas por los monjes de Shorinzan por la paz mundial.

Daruma

Este tipo de celebraciones se llevan a cabo en distintas ciudades. Uno de los festivales más espectaculares es el Dairyu-ji. La quema anual de miles de Darumas que se celebra en torno a 18 de enero, con una gigantesca hoguera. Después de una exhibición solemne de los monjes, la lectura de los sutras y el sonar de los cuernos, los miles de Darumas se queman y se compran otros nuevos para los propósitos del año siguiente.

Pero no olvidemos que el nombre de “Daruma” es la variante japonesa del sánscrito “Dharma”. Y todas sus creencias y leyendas se basan en Bodhidharma, el monje indio budista que viajó a China hace ya miles de años…

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