Una Noticia en los medios:
Hace unos días los medios se hacían eco de esta noticia: “Facebook y Apple ofrecerán la financiación de congelación de óvulos a sus empleadas como incentivo para posponer la maternidad y así poder desarrollar una brillante carrera profesional”.
La revista “Cosmopolitan” ha hecho una encuesta a más de 560 mujeres (menores de 34 años) donde más de la mitad respondieron que estaban a favor de la congelación de óvulos para tener menos presión a la hora de encontrar pareja, enfocarse en su carrera y poder disfrutar de la juventud. La portada de la revista “Bloomberg Businessweek” anima a “congelar tus huevos y liberar tu carrera”: “Freeze your eggs, free your career”. Y la escritora Sarah Elizabeth Richards también habla sobre el tema en su libro: “Maternidad Reestructurada: La Nueva Frontera de la congelación de óvulos y las mujeres que lo han probado”.
Una medida polémica:
En EE.UU. la medida está generando mucha polémica en medios de comunicación y redes sociales. Los que se muestran a favor por el elevado coste del procedimiento y los que denuncian una América Corporativa que evita la conciliación familiar bajo el pretexto de la autonomía reproductiva.
Opiniones de mujeres anónimas:
Como mujer y madre española viviendo en California me interesaba saber las diferentes opiniones de las mujeres de aquí y de allí, ya que es a nosotras a las que realmente nos afecta esta iniciativa.
He hablado sobre el tema con mujeres con las que trato habitualmente, más de 40 de distintas nacionales, edades y profesiones. Escritoras, publicistas, psicólogas, ginecólogas… y muchas de ellas madres. Porque creo que esta iniciativa es mucho más compleja de lo que parece, porque falta mucha información al respecto y porque encierra muchas preguntas: ¿Es segura la congelación de óvulos? ¿Es positivo convertirla en un incentivo de empresa? ¿Cuál es el precio “real” que hay que pagar? ¿A quién perjudica?.
Americanas liberadas:
La mayoría de las mujeres americanas a las que pregunté ven esta medida como algo positivo porque: “Libera a la mujer de su reloj biológico y la iguala al género masculino”, “Es una ayuda maravillosa para poder ser madres en un futuro, por lo que tenemos que estar agradecidas”, “Las empresas están invirtiendo en las mujeres y apoyándonos a forjar la vida que queremos”, “Es una buena opción para que las mujeres nos sintamos recompensadas emocional y culturalmente porque nos ayuda a ser seres humanos más productivos”.
Españolas congeladas:
Por el contrario, a la mayoría de las españolas con las que hablé, les parece una medida machista e incluso ofensiva: “Lo preocupante es que los poderosos continúan disfrazando de buen trato lo que es una completa agresión. Las mujeres no somos máquinas, debemos respetar los procesos naturales”, “Lo triste es que habrá gente que piense que esto es cuidar de sus empleadas y no vea el maltrato y la vejación a la mujer y a la maternidad”, “A las empresas les molesta la maternidad, es mejor que seamos madres a una edad más avanzada y que esto no afecte a sus ganancias”.
El proceso de congelación de óvulos:
Pero de lo que muy pocos medios hablan es del proceso en sí (físico y emocional). He hablado con madres que han congelado sus óvulos porque han padecido cáncer o no se quedaban embarazas y gracias a ello han podido tener hijos. Pero para los “expertos” que opinan que “lo mejor es que después de un sencillo tratamiento, al día siguiente puedes volver a trabajar”, decirles que sólo las mujeres que lo han hecho saben que es un “proceso complejo que requiere inyectarte hormonas, en muchos casos tratamiento psicológico, cambios en tu cuerpo, incertidumbre, tristeza…”.
También he consultado con una ginecóloga experta en técnicas reproductivas, (que prefiere no dar su nombre), para tener más información sobre el proceso médico:
1.Evaluación antes del Ciclo de Tratamiento: Determina la capacidad para responder a los fármacos de fertilidad (porque no todas las mujeres tenemos la misma facilidad).
2.Inducción de la Ovulación y Monitorización: Con hormonas anticonceptivas orales e inyecciones de gonadotropinas. Después se administra un antagonista para prevenir la ovulación prematura y se realizan ecografías y análisis de seguimiento.
3.Extracción de Óvulos: En quirófano, con sonda de ultrasonido vaginal que requiere anestesista y sedantes intravenosos.
4.Congelación de Óvulos: Se evalúan los óvulos y sólo los maduros se congelan (usando la técnica de vitrificación), almacenándolos en nitrógeno líquido.
5.Después de la extracción de Óvulos: Durante unos 15 días la mayoría de las mujeres experimentan distención abdominal y malestar por la estimulación ovárica y el procedimiento en sí. Es posible que los óvulos congelados no sobrevivan al proceso de descongelación, por lo que no deben ser vistos como una “póliza de seguro” sin riesgo para un futuro embarazo.
Su opinión como experta:
“Como ginecóloga, tengo que decir que poder tener esa opción de forma gratuita es una ventaja, pero claro, siempre y cuando sea algo que realices voluntariamente; bien porque no te veas preparada para ser madre en ese momento, no encuentres pareja o porque quieras posponer tu maternidad. No creo que sea el fin de estas empresas, que parece ser controlar a sus empleadas hasta el punto de decidir cuándo es el momento oportuno para ser madre. Como madre y mujer me parece una ofensa. Si esta propuesta se acompañara de medidas de conciliación, entonces me parecería una buena noticia. Por otro lado, posponer la maternidad implica: una disminución de la fertilidad, aumento de riesgos durante el embarazo, más incidencia de diabetes e hipertensión gestacional, mayor tasa de abortos… Te pagan tu congelación de óvulos a los 25 años, te exprimen todo lo que pueden y con 40 (que para ellos ya eres un deshecho) te permiten gestar y si te pasa cualquier cosa pues que más dará. ¿También les congelarán los óvulos a sus mujeres?”.
Mi opinión como mujer y madre:
Si bien la congelación de óvulos puede ser una alternativa “voluntaria” en circunstancias especiales, no creo que deba hacerse a la ligera (por su complejidad y los riesgos e incertidumbres que implica… no es tan fácil que un óvulo congelado se convierta en bebé y si lo hace, nuestro cuerpo no es el mismo con 30 que con 50 años).
Convertirla en un incentivo de empresa, como el que regala un cheque restaurante, va más allá del desinteresado ofrecimiento: que las trabajadoras se mantengan en su puesto de trabajo a cambio de costear el proceso de congelación y mantenimiento de sus óvulos” (unos 20.000 dólares), es un chantaje encubierto bajo el slogan: “Definitely someday, just no now”.
Que no nos engañen “premiándonos” con “congelar nuestra maternidad”. Las empresas deberían premiar con medidas de conciliación (guarderías, ayudas domésticas…) o mejor aún, que empiecen a premiar a los padres con “bonus de tiempo libre” para llevar a los niños al colegio o atenderlos cuando se pongan enfermos, y así será mucho más rentable contratar a una “madre que rinda más y falte menos al trabajo”.
Por cierto ¿y qué opinan los padres de todo esto? La mayoría de los encuestados “no saben o no contestan”, pero planificar en pareja el cómo y el cuándo tener hijos, conciliar o congelar debe ser cosa de dos… Alguno de ellos opina que “es una buena noticia, siempre y cuando sea algo voluntario y no te obliguen a posponer la maternidad”.
El ofrecimiento en principio “es para la que lo solicite”, pero no deja de ser una manipulación y supongo que habrá que firmar algo “en letra pequeña”, porque ya que van a costearte la cara congelación y mantenimiento de tus óvulos, ¡no es plan de quedarse embarazada mientras tanto!.
En definitiva, ¿a quién perjudica esta medida? sin duda a los futuros niños, si es que llegan a nacer y no surgen complicaciones durante el embarazo, porque la naturaleza que es muy sabia, permite que la mujer sea fértil hasta más o menos los 40 años.
Bajo mi punto de vista, una sociedad realmente innovadora debe construirse con empresas que favorezcan el desarrollo de las personas (niños, hombres y mujeres) más allá de una dedicación intensiva a la empresa. De no ser así, seremos muy tecnológicos, dudo que más productivos porque seremos menos felices, menos reproductivos y por supuesto, mucho menos humanos.
¿Y qué destino tendrán los óvulos que no sean implantados? ¿Nos estaremos convirtiendo ya en “El mundo feliz” que imaginó Aldous Huxley?.
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