Hoy, la Gran América se ha superado a sí misma, pero esta vez convertida en tragicomedia, provocando risas y llantos a partes iguales… pero a veces es mejor reír, que llorar.
Un cómico que acostumbraba a contar chistes racistas y misóginos, se cansó de las luces de Las Vegas y dijo que quería ser político. Todo el mundo pensó que era una broma pretenciosa y dudosa, pero llegó a ser candidato a la Casa Blanca. Y en un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en el mismísimo presidente de los EE.UU. de América, pero todo el mundo se pregunta cómo fue…
Cuando estudiábamos filosofía en el colegio, aprendíamos de los grandes pensadores ideas brillantes sobre política, democracia, cómo elaborar un discurso o analizar un texto con pensamiento crítico. Pero hoy ya no se estudia filosofía en los colegios, porque muchos políticos piensan que no sirve para nada… Muchos de ellos desde luego no la han debido estudiar, a juzgar por la mediocridad de sus discursos, su falta de creatividad y empatía y la carencia de ética, ideales y valores. Hoy no se invierte en educación, porque eso de “el poder del pueblo” ya no se lleva. Ahora lo que está de moda es: “el pueblo cuanto más analfabeto, mejor”. Si no inculcamos la lectura en los niños y la comprensión lectora, cuando se convierten en adultos no saben ni lo que quieren, ni lo que votan.
Hoy no han ganado ni los republicanos ni los demócratas. Ha ganado la ignorancia, el miedo, el odio, el racismo… y las que más hemos perdido: las mujeres. Porque una nación que permite que un personaje irrespetuoso y soez, se convierta en candidato de cualquier partido político, definitivamente ha perdido el rumbo. Por eso tenemos que estar más unidas que nunca, para seguir luchando por nuestros derechos, por nuestro espacio y tener los ojos muy abiertos para denunciar cualquier injusticia y abuso.
Hoy, el mundo está en shock por semejante despropósito. Nos iremos a la cama y pensaremos que hemos tenido un mal sueño, pero cuando nos despertemos, él estará ahí, con su sonrisa cínica, convertido en presidente y sosteniendo la bandera americana. Y entonces el sueño se convertirá en pesadilla.
El “American Dream” se desmorona… América necesita nuevos sueños. Tal vez la Gran América es demasiado grande, o quizás existan dos Américas. Por eso muchos americanos se avergüenzan de su nación y otros están pensando en irse. Pero afortunadamente, desde que vivo en California, me encuentro a menudo personas con ideales y buenos valores, que van contra corriente, que persiguen su sueño. Mujeres que buscan igualdad. Hombres que aman su trabajo. Niños que juegan a arreglar el mundo de los mayores. Madres que luchan por un mundo mejor.
Hoy mi hijo ha votado en su colegio. Han formado dos partidos: “Los Pancakes” y los “Waffles”. Los Pancakes defendían las energías limpias, un mundo igualitario para todos, sin distinción de razas, con una educación y sanidad públicas de calidad. Han ganado por goleada: 61-18 y según él, los que han votado a los Waffles, no lo han hecho por lo que decían, sino porque eran sus amigos. Tan real como la vida misma… Sólo deseo que ellos adquirieran la sabiduría suficiente como para traer nuevos sueños e ideales a un mundo que está perdiendo el rumbo. Enseñémosles a encontrar la luz, la calma y la tolerancia en su interior, ofreciéndoles libros, educación y recursos, para que todos puedan hacerlo y saquemos lo mejor de nosotros mismos para, donde algunos buscan enfrentamiento y destrucción, seguir creando y construyendo un entorno mejor.
Muy bien Maria! Me encanto!