Hace unos días se celebró la 38 edición de los Premios Goya, donde “La sociedad de la nieve”, de J.A. Bayona arrasó con 12 galardones. Pero este año ha habido otras historias protagonizadas por mujeres que ofrecen una mirada menos grandilocuente, más intimista, están cargadas de emoción e invitan a la reflexión de temas sociales que debemos seguir abordando.
“20.000 especies de abejas” se llevó el premio a Mejor Actriz de Reparto para Ane Gabarain. También el de Mejor Dirección Novel y Guión para Estibaliz Urresola, por contar una historia original, familiar y entrañable sobre la búsqueda de la identidad, el respeto a la infancia y a la diversidad. En ella también se pone de manifiesto la importancia de las distintas especies de “abejas” para cuidar a la reina y su papel dentro de la colmena y la sociedad.
“O Corno”, la película de Jaione Camborda que ganó la concha de oro en el Festival de Cine de San Sebastián, se llevó el Goya a Mejor Actriz Revelación para Janet Novás. La cinta narra, de forma intimista, una historia fronteriza entre Galicia y Portugal de sonoridad femenina. En ella se ven reflejadas las dudas, contradicciones, renuncias y decisiones a las que se tienen que enfrentar las mujeres (más en los años setenta), en relación con la maternidad y el aborto.
La francesa “Anatomía de una caída” de la cineasta Justine Trie, se llevó el premio a Mejor Película Europea. Narrada de forma magistral y con un impecable guión, habla sobre los claroscuros de las relaciones de pareja. También de los juicios internos, externos y mediáticos que influyen, no solo en los progenitores, sino sobre todo en los niños.
“Robot Dreams”, ganó el Goya a Mejor Película de Animación. Una historia sobre la amistad, la pérdida y el perdón, basada en el cómic escrito e ilustrado por Sara Varon.
El Alzheimer, como tema social, está presente en “La memoria infinita” de la chilena Maite Alberdi (directora de la galardonada el Agente Topo). Un bello canto al amor que se alzó con el Goya a Mejor Película Iberoamericana. También aparece el tema en la cinta “Mientras seas tú, el aquí y ahora de Carme Elias”, que se llevó el premio a Mejor Documental.
El Goya para el Mejor Corto Documental fue para “Ava” de la directora Mabel Lozano. La periodista incomoda al espectador sobre la aberrante explotación sexual de mujeres con discapacidad. Lozano citó en su discurso a Victor Hugo: “Se dice que la esclavitud ha desaparecido de la civilización europea, pero no es cierto. Todavía existe pero solo se aplica a las mujeres y se llama prostitución”.
“Un amor” de Isabel Coixet, basado en el libro de Sara Mesa y la novedosa “Creatura”, escrita, dirigida y protagonizada por Elena Martín, exploran sobre el deseo femenino. Se quedaron sin estatuilla, pese a estar nominadas y haber triunfado (ésta última) en el Festival de Cannes y en los Premios Gaudí. Pero no deja de ser por ello una necesaria y valiente película sobre el deseo, los tabúes y traumas en la infancia, la adolescencia y la madurez de las mujeres.
La actriz Sigourney Weaver, emocionó a todos al recibir el Goya Internacional y dijo del cine español: “Vuestro país ha producido muchas obras maestras a lo largo de los años, valientes, originales, inolvidables. Cuando pienso en el cine español, pienso en excelencia, no en géneros; en originalidad, no en fórmulas; en humanidad y corazón, no en cinismo. Pienso en explorar lo que significa ser un ser humano”. También quiso dar protagonismo a los actores de doblaje, eternos olvidados que deberían ser premiados y agradeció a la actriz María Luisa Solá, por su excelente trabajo al doblar todas sus películas.
Un año más, las mujeres han sido protagonistas. Interpretando, produciendo o escribiendo historias que deben ser contadas y no pueden ser olvidadas. Para seguir luchando por la igualdad, el respeto, la diversidad… y sobre todo, para que se dejen de cometer abusos, tanto en el cine como en la vida real. Se acabó!
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