Cuando era niña, descubrí por casualidad el color púrpura, mezclando el rojo con el azul. Quedé fascinada por él y cómo cambiaba de la alegría a la tristeza, a través de sus diferentes tonalidades. Morado, violeta, lila, malva, cárdeno…
De color morado son las moras y los arándanos, el vino y las uvas, la amatista y la lavanda. Hay flores violetas, lilas y malvas.
Malvas y malvadas son algunas brujas. Los lagos, los bosques y las nubes se vuelven cárdenas a determinadas horas del día.
De cárdeno, cardenal. Púrpura son los cardenales de mi cuerpo y de la iglesia. Es el color del dolor, de la Semana Santa y la espiritualidad. Pero también del misterio, el universo y la magia. De la sangre que corre por las venas, de la nostalgia de las lágrimas y del corazón herido.
Fuente de inspiración de artistas, místicos y poetas. Púrpura es la “bruma” de Jimi Hendrix y la “lluvia” de Prince, el príncipe al que le gustaba vestir de morado…
De color púrpura eran también las ropas de emperadores y damas. Tal vez por eso es un color precioso, de empoderamiento femenino y ¡Poderoso!
¿Origen del color en un caracol?
En la naturaleza se encuentran los colores. De ahí se han sacado, durante siglos, la mayoría de tintes y pigmentos para pintar el cuerpo, la ropa, el pelo, paredes y lienzos. Pero curiosamente el púrpura es el color que menos se encuentra en la naturaleza.
En la Antigüedad, este peculiar color estuvo asociado a los fenicios, que se dedicaban al comercio de telas teñidas. Lo extraían de caracoles marinos del Mediterráneo, sobre todo del puerto fenicio de Tiro, de donde obtuvo su nombre. Pero se necesitaban 250.000 para extraer una mínima cantidad.
Los griegos probablemente aprendieron de los fenicios el arte del teñido con púrpura y en el papiro de Estocolmo (texto griego del s. III) se encuentra la receta más antigua para elaborar tinte púrpura de imitación.
Durante el Imperio Romano, lo producían en las tintorerías imperiales. En la “Ilíada” de Homero y la “Eneida” de Virgilio, se mencionan ropas teñidas con púrpura de Tiro. El color no solo resultaba prohibitivo por su precio, sino que su uso estaba restringido por ley. Solo podían utilizarlo los emperadores, que eran enterrados en pórfidos rojo púrpura.
Las emperatrices bizantinas, parían en una cámara especial del palacio donde el asiento destinado al parto, las colchas, columnas, suelos y techos eran de color púrpura y a los herederos se les denominaba “nacidos en la púrpura”.
En Japón, el color púrpura estaba reservado a la corte imperial y a los monjes. Se consideraba un color prohibido, igual que en China. En la pintura china, el púrpura representa la armonía del universo, porque es una combinación del rojo y el azul (yin yang). En el taoísmo, el púrpura simbolizaba nobleza y los inmortales vestían de este color. En Tailandia, las viudas enlutadas van vestidas de este color, que también se asocia con el sábado en el calendario solar tailandés.
Tinte textil por accidente!
En 1856, Perkin, un joven químico, descubrió de forma accidental una manera más sencilla de fabricar el color púrpura. Limpió con alcohol un tubo de ensayo y vio como cambiaba a este color. Entonces decidió montar una fábrica textil para elaborar el tinte en grandes cantidades y teñir las telas con las que vestirían las clases altas y la realeza. Tuvo tanta aceptación que al periodo de 1850 a 1860 se le denomina “década malva”.
Las mujeres y el color púrpura
El color púrpura ha estado unido a las mujeres desde la lucha de derechos, simbolizando dignidad y libertad. Además, el morado es la combinación del azul y el rosa, lo masculino y femenino y representa equilibrio e igualdad.
Dicen que las prendas que se quemaron en el incendio de la fábrica textil de New York, eran de color morado y el humo que salió de las chimeneas dejó una estela del mismo color. No sé si será cierto, porque no estaba allí, pero desde que leí la novela “El color Púrpura”, de Alice Walker, sé que es el símbolo de la lucha de las mujeres.
“Creo que Dios se enfada si pasas por el color púrpura sin fijarte en él”.
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