"La La Land", más que una ciudad de estrellas

“City of Stars, there’s so much that I Can’t see”… Ya lo dice la letra de la preciosa canción que cantan Emma Stone y Ryan Gosling en la sorpresa del año. Y no digo sorpresa sólo por todas las nominaciones a premios que lleva hasta ahora (más de 140), ni por los 7 Globos de Oro que ya ha ganado, ni por los Oscars que va a ganar (record histórico con 14 nominaciones, sólo “Mary Poppins” y “Chicago” obtuvieron 13).

“La La Land” es sencilla en la forma, pero compleja en el fondo y más oscura de lo que parece a simple vista, con esas canciones pegadizas. (Si, ya sé que no tanto como “Mulholland Dr.” pero tampoco lo pretende). Es más que una historia de amor, una historia de soñadores. Más que un homenaje a los musicales clásicos y a Los Ángeles. Más que un escenario donde se pueden ver las estrellas en el suelo o en el cielo… porque habla del fracaso y del éxito, de la tradición y la modernidad, de las cosas auténticas. Qué es el éxito en nuestros días? Y a qué merece la pena renunciar por un sueño?. Una historia compleja, que te deja con un sabor agridulce, tal vez por lo que podía haber sido y no fue. Pero tomar decisiones en la vida es difícil y nunca sabremos si lo que elegimos será lo que nos haga realmente felices.

En cuanto a la forma… nunca Los Ángeles había brillado tanto. Sus más de 40 locaciones (y no todas ellas turísticas), hacen que los que vivimos en ella, la apreciemos más si cabe. Que los que ya se fueron, la echen de menos y que los que nunca han venido, (porque piensen que LA es el paseo de la fama y el cartel de Hollywood), sientan curiosidad por descubrir todos sus encantos y secretos. Sus misteriosos callejones, sus antros legendarios, su música vibrante, su mezcla de razas y culturas, sus localizaciones de cine, su corta pero apasionada historia.

Una historia honesta, emotiva y nostálgica, contada con ritmo y pasión y muy bien interpretada. Con un arranque magistral y un final inesperado. Vestida con una bonita fotografía y una fantástica banda sonora que te harán soñar.

Por todo esto merece la pena ir a ver “La La Land”, más que una ciudad de estrellas. Un soplo de aire fresco en mitad de la oscuridad que nos rodea. A quién no le gusta escuchar una voz que dice: “I’ll be here and you’ll be alright”?.

Os dejo con el trailer de la película y en otro post os cuento los emblemáticos lugares dónde se rodó.