Hoy se celebra la “Noche de San Juan”. Una noche mágica de hogueras, de fuegos artificiales, de observar las estrellas, de pedir deseos, de música, de baile, de sardinas asadas, de reunirte con amigos… Una fiesta de origen pagano donde se celebra el solsticio de verano, la noche más corta del año y el inicio del verano.
En España, los rituales para atraer las cosas buenas y ahuyentar las malas, varían de unas ciudades a otras, pero a partir de la medianoche, las calles, las plazas y sobre todo las playas mediterráneas, se llenan de hogueras para dar más fuerza al sol (que a partir de este momento brillará un poco menos cada día).
Todos comen, beben, ríen, cantan y bailan alrededor del fuego, mientras “queman” cosas viejas, proyectos que no salieron o malos pensamientos. Algunos “saltan la hoguera” y otros “encienden velas”.
Es tradición en las ciudades de la costa “saltar las olas” de espaldas o purificarte con “agua aromatizada”, en honor a “San Juan” (una especie de bautismo).
En Cataluña se come el postre típico: “la coca de Sant Joan” y se brinda con “cava”.
En Andalucía se quema a “los Juanillos”, muñecos que representan lo bueno y lo malo acontecido en el año.
Y en Alicante (donde la fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional), se queman “monumentos artísticos” de madera y cartón.
En la Noche de San Juan, todo vuelve a empezar. El fuego quema lo malo y el agua purifica lo bueno que está por llegar. Sólo tienes que cerrar los ojos y pedir un deseo…
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