La Rioja también puede sorprenderte por tener lugares surrealistas como Agoncillo. Un pueblo a 10 km de Logroño, al que puedes llegar en avión (tiene su propio aeropuerto). En un polígono industrial, en mitad de la nada, existe un Museo de Arte Contemporáneo, con obras de importantes artistas españoles: el “Museo Wurth”, además, suena en las noches de verano…
Todos los años en agosto, puedes disfrutar los miércoles por la noche de un “preñadito y un mojito” mientras miras a la chica del sombrero del artista Manolo Valdés y escuchas buena música.
Hace unos días vimos a Adrián LeFreak (del Tupperwear Club de Madrid).
Disfrutamos del museo nocturno en mitad de la nada, de su azotea, del buen ambiente, de la noche veraniega, del mojito y del “preñadito” (chorizo riojano calentito que se mete entre el pan y cuando lo muerdes suelta un juguillo que se desliza por la barbilla).
Merece la pena darse una vuelta nocturna por el museo y si no pudiste ver a Pau Roca (La habitación Roja) o Marina (Klaus&Kinski), todavía estás a tiempo de ver mañana al polifacético Joe Crepúsculo que cerrará esta edición con una sesión especial. Puedes llevarte el picnic o a los niños y además ¡hay servicio de autobús! para que los que beben, no conduzcan.
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