La rosa del azafrán

En otoño, a principios de noviembre, se cosecha la rosa del azafrán. Se realiza poco después del alba, para evitar que la flor se abra y el sol queme los pistilos que deben secarse después. Las mujeres recogen una a una las flores maduras, de un intenso color lila y las llevan rápidamente a casa.

Allí, se separan delicadamente los pistilos rojos de las flores, antes de que se marchiten y se ponen a secar al sol o se tuestan. Deben alcanzar una humedad de entre el 7 y el 15%. Con menos, se rompen las hebras y no se pueden comercializar. Y con más humedad, pierden su intenso aroma.

María es una anciana que vive en Munera, un pequeño pueblo de la España vacía. Cuentan algunos que ese es aquel lugar de La Mancha de cuyo nombre no quería acordarse Cervantes, cuando escribió El Quijote

La mujer, lleva toda la vida cultivando en su huerto el azafranal que le regaló su padre (él era azafranero y lo vendía para uso culinario y textil). Hace unos días aparecieron unas fotos suyas en redes sociales junto a este texto:

Mi abuela estaba mondando rosa para sacar azafrán y le dijo a una mujer: “pásaselas a mi nieto, que es periodista y las pondrá en algún periódico”. Estoy triste porque no tengo ese poder y busco un periódico que quiera poner en portada a mi abuela gratis para hacerla feliz… 

En tan solo unos días, las fotos y el texto se han hecho virales y la abuela de Pedro ha salido en medios españoles y extranjeros. Pero no deja de ser una paradoja, que el oro rojo, sea mejor valorado fuera de nuestras fronteras…

Según un informe del ICEX, el 50% del azafrán español se exporta a EE.UU., seguido de Suecia, Italia, Arabia Saudita y Emiratos Árabes. Sin embargo, casi el 99% del que consumimos en España se importa de Irán (más barato y de peor calidad). Esto es debido a que, según Carlos Fernández Segovia, presidente de la Fundación Consejo Regulador DOP Azafrán de La Mancha, es promocionado como español, debido a una falta de control en el etiquetado.

Oro Rojo

El azafrán siempre ha sido considerado como el “oro rojo” de las especias. En la Antigüedad, se utilizaba como condimento, planta medicinal y pigmento. Los árabes, a través de la Ruta de la Seda, impulsaron su expansión por la Península. Y en la Edad Media, su comercialización obtuvo grandes beneficios. 

La Mancha, por su suelo y su clima, se convirtió en una de las principales zonas de cultivo de esta cotizada especia y es la única protegida con Denominación de Origen.

Para obtener un kilo de Azafrán (que cuesta unos 3.000 €), se necesitan 250.000 flores. Y un gramo contiene 500 hebras, que dan para 60 raciones de 8 hebras… Así que ya sabes, échaselo a arroces y guisos porque además tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antidepresivas. Protejamos nuestros productos españoles y fomentemos entre todos el consumo local!

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Mujeres que Vuelan