El escritor y cineasta Gonzalo Suárez, cuenta en la presentación del libro “Cinco cuentos de mujeres” de Edgan Allan Poe que un día estaban en el estudio de Ray Bradbury en Los Ángeles hablando de Poe. La secretaria de Bradbury les hizo una polaroid para inmortalizar el momento. Aparecían los tres… mejor dicho los dos y el fantasma de Poe, de cuerpo presente, colgado en la pared. No con la soga al cuello, sino en un misterioso retrato. Ella les preguntó: ¿Y qué lugar ocupa la mujer en los cuentos de Poe?

La madre de Poe, Elizabeth Arnold Poe, murió cuando él tenía tres años. Frances Allan, su madre adoptiva, murió años después. Helen, una mujer casada de la que se enamoró en secreto, murió loca. Virginia, la prima de trece años con la que se casó, murió joven y de tuberculosis.

No es de extrañar que, con tan oscuro pasado, Bradbury dijera: “Las cosifica o las mata y hace de su tumba su lecho nupcial”. A lo que Súarez respondió: “Existe una mujer en los relatos de Poe deliciosamente diferente a todas las demás: la Signora Psyche Zenobia”.
Es verdad que en estos cinco cuentos irreverentes de mujeres protagonizados por musas como Berenice, Eleonora o la señora Wyatt, destaca sin lugar a dudas “Cómo escribir un artículo a la manera del Blackwood”. Una sátira al periodismo, a los intelectuales pedantes y al snobismo, que empieza así:
“Doy por supuesto que todo el mundo ha oído hablar de mí. Soy la Signora Psyche Zenobia. De ello no cabe la menor duda. Sólo mis enemigos son capaces de llamarme Suky Snobbs. He oído decir que Suky es una corrupción vulgar de Psyche, palabra del más excelente griego, que significa “el alma” (y así soy yo: toda alma), y a veces “mariposa”, sentido este último que alude indudablemente a mi apariencia cuando luzco mi nuevo vestido de satén carmesí, con mantelet arábigo celeste, guarnición de agraffas verdes y los siete volantes del auricula anaranjado”….
Conviene releerlo de vez en cuando para no caer en criticar o juzgar a periodistas y escritores, y no dejarse llevar por la pedantería y la palabrería. No todo tiene que ser literatura barroca, historias dramáticas y personajes petulantes.

Fantástico el álbum ilustrado “Versos para Musas”, basado en los cuentos inmortales de Allan Poe. La mujer y la ausencia, el amor y la muerte, son su hilo conductor. Las musas Annabel Lee, Helena, Marie Louise Show… cobran vida con las preciosas ilustraciones de Mircala.

Una selección de las mujeres que el poeta retrató en sus cuentos y poemas, aparecen también en “Siniestras Amadas”. En él, mujeres reales como Sarah Helen Whitman, Frances Sargent Osgood o Letitia Elizabeth Landon, comparten protagonismo con quimeras como Morella, Ligeia y Berenice.
















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