Si estás en la Ciudad de México, el Museo Nacional de Antropología merece una visita. Para mí es uno de los mejores del mundo, pero son necesarios varios días para verlo entero. El lugar y el edificio son espectaculares. Además, cuenta con una colección de Antropología y Etnografía impresionantes de las distintas culturas, civilizaciones y periodos de la Historia de México. También hay interesantes exposiciones temporales.

Escultura fuente Museo de Antropología CDMX
Los Dioses
“Cuando aún era de noche. Cuando aún no había día. Cuando aún no había luz. Se reunieron. Se convocaron los dioses. Allá en Teotihuacán”… Códice Matritense.
Preciosas las esculturas encontradas en Teotihuacán de las distintas divinidades. Quetzalcóatl es la serpiente emplumada, dios al que se vincula con la vegetación, la tierra y el agua. Tezcatlipoca, el dios patrono de los guerreros y príncipes. Huitzilopochtli, el dios de la guerra y Tlaloc, el dios de la lluvia.

Tlaloc, dios de la lluvia. Museo Antropología CDMX
Cihuacóatl es la diosa madre y una de las más veneradas por los pueblos del Centro de México. Era considerada patrona de los guerreros y de las mujeres que morían durante el parto. En esta imagen, encontrada en el valle de Toluca, lleva símbolos de muerte con cráneos y sobre su falda, un adorno de plumas y caracoles llamado “falda de estrellas”.

Cihuacóatl, diosa madre. Museo de Antropología CDMX
Culto a la Muerte
La muerte de las mujeres durante el trabajo de parto se equiparaba a la de los guerreros en el campo de batalla. Se les consideraba diosas que acompañaban al sol desde el amanecer hasta el atardecer.

Esculturas relacionadas con el culto a la muerte. Museo de Antropología CDMX
El corazón
El jaguar era considerado el príncipe de los animales y señor de la noche, por su fuerza y peligrosidad. El hueco en el lomo lo utilizaban como recipiente sagrado para poner la sangre y los corazones de los sacrificados y alimentar al Sol y a la Luna.

Jaguar. Museo de Antropología CDMX
En la lengua náhuatl, “yaoyotl” es el corazón humano y se consideraba la cosa más preciada que el hombre podía ofrecer a los dioses. Este está tallado en esta preciosa piedra verde.

Corazón en piedra verde. Museo de Antropología CDMX
Culto al Sol
Los pueblos prehispánicos consideraban el Sol como símbolo de vida. El Sol equivale al guerrero victorioso y la luna y las estrellas despejan las sombras de la oscuridad y brindan la luz y el calor que iluminan al universo. Sus rayos penetran en la tierra fecundándola, lo que permite el desarrollo de las plantas y de la vida en general.

Calendario Azteca. Museo de Antropología CDMX
El monumento escultórico que por excelencia representa a los mexicas es la impresionante Piedra del Sol, descubierta en 1790 en la Plaza Mayor de la capital de la Nueva España. Por su contenido simbólico donde todos los dioses están asociados con un día o periodo del año, se le llamó injustificadamente “Calendario Azteca”. Se trata en realidad de un altar de sacrificio gladiatorio.

Detalle fuente. Museo de Antropología CDMX
“Toda luna. Todo año. Todo día. Todo viento. Camina y pasa también. También toda sangre llega al lugar de su quietud”. Chilam Balam
Speak Your Mind