“¿Quién me ha robado el mes de Abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? Lo guardaba en el cajón, donde guardo el corazón”… cantaba Joaquin Sabina.
Nunca esa canción tuvo un significado tan colectivo, porque aquel abril, algo perdimos.
Borramos los días del calendario y nuestros planes se truncaron.
La Feria del Libro, la Feria de Abril, nada de bailes, pero lluvias, mil.
Las calles vacías de gente y de coches, 40 días y 500 noches.
Los sueños se volvieron pesadillas, no había ni soles, ni flores amarillas.
Horas y horas mirando frente al cristal, mientras la vida pasaba como un huracán.
El curso acabó, de golpe y porrazo, entre las pantallas y los ojos rojos.
Los niños crecieron, como adolescentes, encerrados en sus mentes.
Abril se fue, pero Mayo llega…
No perdimos la primavera, nos está esperando fuera!
A la vuelta de la esquina, con sus flores amarillas.
Aún no está todo perdido, no todo está aprendido.
Solo falta abrir los cajones y airear los corazones.
Speak Your Mind