Lo que más me ha llamado la atención en la elaboración de las salsas mexicanas ha sido estos “tomates de hoja”, porque en España sólo utilizamos los rojos. Los tomates verdes, o tomatillos (como se llaman también), son originarios de México, van envueltos en una hoja que hay que quitar y se pueden tomar crudos o cocidos. En la cocina mexicana los utilizan mucho para hacer las salsas verdes. Son muy sabrosos y más ácidos que los rojos.
También la variedad de chiles que existen y cómo los utilizan dependiendo del tipo de salsa, para guisar o en ensalada (os lo conté el otro día en este post).
Hoy os cuento tres recetas fáciles y sanas para hacer salsas mexicanas: guacamole, salsa roja y salsa picante, con las que podréis acompañar tacos o chips.
Guacamole:
½ kilo de tomates verdes de hoja
4 aguacates
½ manojo de cilantro
1 chorro de leche
2 dientes de ajo
1 pizca de sal
Elaboración: Se pelan los tomates y se lavan. Se pelan los aguacates. Se añade el cilantro, la sal, el ajo y un chorrito de leche y se tritura la mezcla en la batidora. (Si dejas dentro de la salsa los huesos de los aguacates evitarás que el guacamole se ponga negro y se conservará mejor).
Salsa roja:
5 tomates verdes de hoja
2 botes de tomates rojos pelados y enteros
1 cebolla
1 manojo de cilantro
2 dientes de ajo
1 cucharada de azúcar
1 cucharada de sal
4 hojas de laurel
Elaboración: Pelamos y lavamos los tomates de hoja. Cocemos los tomates verdes y los rojos, junto con el cilantro picado, el ajo y el laurel. Le añadimos una cucharada de sal y otra de azúcar. Después lo trituramos en la batidora y le añadimos algún chile (si queremos que pique un poco). Lo mezclamos con la cebolla picada.
Salsa picante: Para hacer la salsa picante, añadiremos varios “chiles de árbol” triturados a la mezcla en función de que la queramos más o menos picante.
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