“Votar”, un derecho y un deber!

Vivimos tiempos confusos que generan miedos e incertidumbres, pero también oportunidades de cambios y una llamada a la acción: Votar. Soy una de esas ciudadanas indecisas, desencantada de una política en la que faltan ideales “de verdad” y sobran mentiras. Me preocupan temas importantes por resolver, que existen en nuestro país. La Economía es importante, pero también lo es la Educación, la Sanidad y la Cultura, porque reparan la mente, el cuerpo y el alma. Me produce desasosiego la crispación de bastantes políticos y ciudadanos, algunos de ellos amigos o incluso familiares, enfrentados por rivalidades, diferencias de opinión o verdades absolutas. Y no dejan de sorprenderme algunas frases que escucho últimamente como: “Yo paso de votar”. “Eso no va conmigo”. “Ningún partido me representa”. “Total, mi voto no sirve para nada, porque todos son iguales”…

Vaya por delante que cada uno es libre de actuar como quiera, pero en Democracia, todos los votos cuentan. Y “No Votar”, o dejar nuestra “libre elección personal” en manos del azar, también tiene consecuencias. Desde no participar en importantes decisiones que nos afectan como ciudadanos, hasta que gane un partido contrario a nuestra ideología. En 2006, hubo una abstención de voto en nuestro país del 30% y parece que va en aumento, como ya se ha demostrado en otros países. 

En estos tiempos modernos, muchos consideran obsoleto enseñar asignaturas de vital importancia como Filosofía en los colegios (y digo vital, porque es la materia que más me ha servido en la vida). Creo que no hay regalo más grande que enseñar a pensar desde pequeños, porque fomenta el “pensamiento crítico”. Y cualquier análisis, búsqueda o decisión, comienza con una reflexión.

Pues Reflexión y Pensamiento Crítico es lo que necesitamos para votar conscientemente. No nos dejemos llevar por titulares, fotos, debates y campañas. La información a menudo está manipulada en función de los intereses y una buena o mala estrategia de Comunicación puede marcar la diferencia a la hora de ganar o perder unas elecciones. Es nuestra responsabilidad como ciudadanos, informarnos bien, leyendo diferentes medios de distinta ideología, indagar acerca de los diferentes candidatos y profundizar en los programas electorales. Si los líderes no nos convencen, votar al partido que mejor nos represente. Y si no lo tenemos claro: Votar en Blanco, pero Votar.

Votar fieles a nuestros principios e ideales. Sin excusas, sin miedos, sin dejarnos manipular. Con toda la Información, después de la Reflexión, pero no sólo con la cabeza, también con el Corazón y un poco de Intuición. Es nuestro “derecho” y nuestro “deber” como ciudadanos, implicarnos para cambiar el presente y sembrar las semillas de un futuro, más incierto todavía para las nuevas generaciones.

Speak Your Mind

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Mujeres que Vuelan