Educación tradicional o alternativa?

Últimamente no dejo de leer en los periódicos artículos en los que periodistas y expertos debaten a favor y en contra de la educación tradicional y alternativa.

EDUCACION JUSTA

Creo que hacen falta menos leyes educativas y más sentido común, menos contenidos teóricos y más clases prácticas. Para ello es fundamental consultar a profesores y educadores a la hora de elaborar proyectos educativos. Las madres también tenemos mucho que decir, porque lamentablemente conocemos muchos niños que no quieren estudiar, casos de bullying, de hiperactividad… niños que con 5 años odian el colegio, con 6 se pasan el día castigados, con 7 están toda la tarde haciendo deberes y con 8 sufren estrés o fracaso escolar. ¿Es necesario someter a los niños a estos traumas para que aprendan conocimientos que olvidarán en poco tiempo?.

EDUCACIÓN ALTERNATIVA

Cuando vinimos a California, lo que más me preocupaba era encontrar un colegio en el que mi hijo adquiriera las habilidades y los valores que quería inculcarle. Además, el paso de infantil a primaria era un momento complicado.

Visitamos varios. En unos, los directores nos enseñaron el colegio, en otros, fueron los profesores e incluso los padres y en uno en particular, los niños. Éste nos sorprendió por el desparpajo y la seguridad con el que nos explicaban lo que hacían en el colegio y la independencia con la que trabajaban en la clase. No había pizarra, uniformes, ni pupitres alineados. Las mesas estaban agrupadas para trabajar en equipo, la clase ordenada por rincones: ciencias, matemáticas, literatura, arte… y los sillones y las alfombras, invitaban a la lectura. Los niños de 6 a 9 años trabajaban por parejas o en equipo y los mayores enseñaban a los pequeños con entusiasmo. Mientras unos aprendían a leer, otros escribían, consultaban un libro o hacían una maqueta. Unos 20 niños trabajaban en silencio, preguntando de vez en cuando sus dudas a la profesora.

EDUCACION ENCENDER LLAMA

Los valores que se inculcaban eran la independencia, la tolerancia y el respeto. El objetivo: aprender felices, a trabajar en equipo, a resolver problemas, a comunicarse de forma oral y escrita, a tener empatía y pensamiento crítico.

Para conseguirlo NO HABÍA LIBROS, NI EXÁMENES, NI EVALUACIONES, NI DEBERES (esto puede parecer un poco hippie, pero tiene sus puntualizaciones):

No había libros de texto con un temario preestablecido, pero se explicaban las lecciones como si fueran historias que desarrollaban y debatían entre todos. Los niños consultaban varios libros, para aprender a buscar la información sobre lo que estaban aprendiendo.

No había exámenes, porque la profesora conocía la personalidad de cada niño y su evolución.

No había notas, porque sentirse evaluado influía en el desarrollo del niño (lo que importa es lo que aprende cada día, a su propio ritmo, no si sabe más o menos que el de al lado, esto sólo genera frustracción).

No había deberes, pero los niños debían leer todos los días 20 minutos, aprender a cocinar, a hacer sus cosas solos y ayudar en casa.

Este fue el colegio que elegimos. Teníamos nuestras dudas porque era diferente a lo que conocíamos y no sabíamos como iba a resultar, pero después de un año puedo decir que es la mejor decisión que pudimos tomar. Mi hijo va feliz al colegio y con ese brillo en los ojos de saber que va a aprender algo nuevo. Lo que más le motiva es enseñar a otros niños y ser capaz de superarse a sí mismo. Y sabe muchas más cosas de las que tiene que aprender por ley.

EDUCACIÓN

Creo que la mejor educación es la que te enseña a aprender feliz, a desarrollar tus habilidades para ser independiente, respetarte a ti mismo y a los demás. Se puede enseñar lo mismo pero de diferente manera y para eso, no hay que construir colegios carísimos…

Mañana os hablaré de un documental sobre educación muy interesante.

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Mujeres que Vuelan