“Cuando las Mujeres que corren con los lobos alcanzan la madurez, empieza el baile de las mujeres sabias”, dice Clarissa Pinkola de su último libro.
Como una historia contada de madre a hija, la escritora y psicoanalista nos invita a reflexionar sobre el arquetipo de “la anciana”, representada simbólicamente por la figura de la abuela. Matriarcas de la mitología, de los cuentos de hadas, mujeres anónimas… Almas maduras presentes en tradiciones familiares y árboles genealógicos.
La familia de la autora proviene del medio rural ancestral, donde los árboles se plantaban por zonas: unos para vender, otros para leña y otros para conservar. Los árboles gigantes del bosque no se talaban porque eran los guardianes del pueblo. Lo protegían del calor en verano, del viento y las tormentas en otoño y primavera y de la nieve en invierno.
“Una mujer es como un árbol que, con su capacidad de moverse y no permanecer inmóvil, puede sobrevivir a las tormentas más fuertes y a los mayores peligros, mantenerse en pie y encontrar su camino para seguir con su balanceo y continuar el baile”, cuenta la escritora.
La clave entre la juventud y la madurez es seguir aprendiendo, transmitir experiencias entre mujeres para alcanzar la sabiduría sin perder la ilusión de la juventud y el corazón de la niña interior. “Ser una anciana joven y una joven anciana”, acaba diciendo Pinkola en su libro El baile de las mujeres sabias.
La Doctora Clarissa Pinkola es escritora, poeta galardonada, activista social, profesora de universidad y psicoanalista junguiana, especializada en secuelas del trauma. Ha trabajado en el instituto Columbine tras la famosa masacre y con los supervivientes del atentado del 11 de septiembre en EE.UU. Además de su bestseller Mujeres que corren con los lobos, ha escrito El jardinero fiel y otros ensayos, cuentos y poemarios, así como la introducción del centésimo aniversario del libro de Joseph Campbell El héroe de las mil caras. Su obra siempre aporta una mirada diferente e inspiradora.
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