“El Método Montessori”, una forma diferente de aprender

El método ideado por la Dr. María Montessori (de la que os hablé ayer en este post) es más que un método, una filosofía de educación. Fue desarrollado a partir de sus experiencias observando cómo aprendían los niños por sí mismos. Aunque muchas de sus ideas hoy parecen evidentes, supusieron toda una revolución pedagógica a principios del siglo XX e influyeron mucho en la forma actual de enseñar. Se basa en varios aspectos que lo diferencian de la enseñanza tradicional:

El Niño: La Dr. Montessori pensaba que se debe educar al niño en función de sus necesidades, edad y etapa evolutiva (de 0 a 6 años posee una menta absorbente, de 6 a 12 una mente razonadora y de 12 a 18 una mente humanista).

El maestro: El papel del maestro es el de un guía que observa la personalidad del niño y su momento evolutivo, proporcionándole los elementos necesarios para su aprendizaje. Le ayuda con cariño para sacar lo mejor de él, pero sin intervenir en su proceso de investigación.

El ambiente preparado: El aula debe ser un espacio amplio, luminoso, ordenado y limpio. Con mobiliario pequeño, adaptado al niño. Materiales reales con control de error, que permiten encontrar las soluciones y saber que el error forma parte del proceso de aprendizaje. Un mundo en miniatura distribuido en 4 rincones de actividades: vida práctica, sensorial, lenguaje y matemáticas.

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Mediante el ambiente preparado, el profesor-guía proporciona los materiales para que el niño adquiera:

Autonomía interna: en vez de disciplina externa.

Libertad de movimiento y de acción: para poder elegir lo que más le motiva en un principio y así motivar el aprendizaje.

Respeto: El maestro respeta al niño, sus tiempos y su personalidad. El niño aprende a tomar decisiones, a tener espíritu crítico y a respetar a sus compañeros.

El aprendizaje se basa en la experimentación: No en la teoría, por lo que los conocimientos se fijan más fácilmente.

La satisfacción es el propio aprendizaje: No existen castigos ni premios.

Mezcla de edades: Tres edades distintas dentro del mismo periodo evolutivo. Esto permite al niño aprender de los mayores, ayudar a los pequeños reforzando el aprendizaje y además favorece la empatía.

Enseñanza personalizada: el maestro puede dedicarse a guiar a cada uno según su ritmo y necesidades, mostrándoles los materiales, de forma que los más avanzados no se queden estancados y los demás no se sientan frustrados, sino motivados.

Desarrollo de aspectos intelectuales y emocionales: se trabajan las emociones además de los conocimientos.

Todos estos aspectos dotan al niño de una independencia que consigue a través del aprendizaje libre y feliz.

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