El secreto para que unas Torrijas te eleven al cielo

Las torrijas son uno de los postres más antiguos, según los recetarios de distintas culturas. En España se han convertido en el dulce más popular de la Semana Santa, junto con las Monas de Pascua. Pero su origen tiene más que ver con la lactancia materna. Puedes ver su curiosa historia en mi artículo: “El viaje de las torrijas ¿Lactancia o Penitencia?”.

Hoy la tarde estaba lluviosa e invitaba a cocinar y a merendar torrijas, envueltas en música de fondo y leche especiada. Recordé la receta de mi familia y le di la vuelta. Para mí cocinar es como escribir o pintar un lienzo, intentando plasmar lo que recuerdas e inventándote el resto.

Creo que el secreto de unas buenas torrijas está en el pan, la calidad de los ingredientes, las especias que le pongamos a la leche, que no les sobre azúcar ni aceite y no les falte amor.

Dicho esto, aquí os dejo mi receta, que puede variar según el humor y el día:

Ingredientes para 10 torrijas:

1 barra de pan brioche cortada en rebanadas de 2 cm.

1 litro de leche fresca.

Ralladura de limón y de naranja, azúcar, canela, anís estrellado, cardamomo y 1 rama de vainilla de Madagascar (para infusionar la leche).

3 huevos de corral y aceite de oliva virgen extra (para rebozar y freír las torrijas).

Elaboración:

Cortar la barra de pan en rebanadas de 2 cm. para que no se deshagan y se disponen en una fuente honda. Infusionar la leche con las ralladuras y especias y antes de que hierva, retirar del fuego.

Verter un chorro de leche caliente sobre las rebanadas para que se empapen bien. Después, rebozar en huevo y freír por los dos lados. Cuando estén doraditas, retirarlas del fuego y ponerlas sobre papel de cocina para retirar el exceso de aceite.

Por último colocarlas en la fuente y verter le leche infusionada sobre ellas. Servir con un toque mágico de azúcar y canela molida.

Me encantan los aromas sutiles que desprenden las especias con la leche infusionada. El ácido de la naranja, el frescor del limón, el aire exótico de la vainilla e intentar descifrar el misterio de algún ingrediente secreto. Pero si están hechas con mimo y delicadeza… se desharán en tu boca y te elevarán al cielo!