Hoy se celebra el Día de las Escritoras para reivindicar y poner en valor el legado cultural de las autoras hispanas e hispanoamericanas. Como cada año, se celebrarán varios actos, conferencias y actividades en la Biblioteca Nacional de Madrid y en otras bibliotecas, universidades y librerías de ciudades españolas.
En esta edición, la comisaria es la escritora Marta Sanz y el tema elegido: “El placer, la alegría y la risa de las mujeres”, conceptos en torno a los que se leerán fragmentos de autoras y escritoras esenciales en la historia.
“Este 16 de octubre vamos a reír y a hablar del placer. El placer ante el disfrute de la naturaleza, los viajes, la comida, los conocimientos y aprendizajes; el placer del erotismo sin culpabilidad, de la lectura y la escritura; la afilada sonrisa de la sátira y el sentido del humor como tabla de salvación en los tiempos más aciagos; el placer de compartir la inteligencia y la sensibilidad de otras mujeres… Porque nuestra risa y alegría son transgresoras en sociedades que aún nos exigen recogimiento y modestia. Sometimiento y silencio. El 16 de octubre vamos a hacer armónicamente ruido”, dice Marta Sanz.
Este año, la mayoría de los libros que he leído han sido de escritoras. No solo por feminismo, también por salud mental, igualdad y equilibrio (que para violencia y destrucción, ya tenemos el mundo). Todas merecen mis respetos, por haber llegado hasta ahí, algunas me han sorprendido y otras me han fascinado. Ensayos, poemarios, guiones, novelas de autoras noveles y consagradas… Todos me han enseñado, aportado o inspirado algo, me han hecho reflexionar, reír o llorar.
Esta tarde estaremos en la Biblioteca Nacional de Madrid para compartir letras y reivindicaciones, pero hoy quiero recordar y agradecer:
A todas las mujeres, docentes y escritoras, que me han enseñado y siguen inspirándome cada día en este camino tan bonito, difícil y enriquecedor, en el que siempre se muestra y aprende algo más.
A mi madre, por leerme cuentos cada noche e inculcarme que la vida es puro teatro y poesía. A Gloria Fuertes, por enseñarme a leer de otra manera. A Virginia Woolf por acompañarme en la adolescencia. A Mary Shelley por descubrirme la belleza de los monstruos y las sombras…
A tantas otras, conocidas y anónimas. Pero sobre todo a las que nacieron y murieron escribiendo, por una causa o circunstancia, para entender el mundo y no olvidar “las cosas importantes”.
A ti, que escribes cada día, por necesidad y con pasión, porque te va la vida en ello. Y te caes y te levantas y tachas y vuelves a escribir y dudas y afirmas, una y otra vez, con valentía y sin esperar nada a cambio.
A ti, que sueñas con “tal vez algún día” y mientras tanto, sigues escribiendo.
A las Mujeres que viajan en burro. Siempre.
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