El día de mi cumpleaños, tuve la suerte de disfrutar de la “Playa de Malibú” (la adorada por los surfistas), en un día gris de invierno. No cabe duda de que es el paraíso en verano, pero la luz azulada del mar en invierno es taaan bonita… que es casi mejor disfrutarlo sin gente ¿no os parece?
Toda la inmensidad de esta playa paradisiaca, con el único sonido del mar y las gaviotas.
Comimos en el legendario “Paradise Cove”, una parada obligada si vas a Malibú. En él se han rodado miles de series y películas. Mantiene la estética original de los años 50, las fotos antiguas, su autenticidad , un toque nostálgico de jazz en el ambiente y ese aire hawaiano que tanto me gusta.
Me sorprendió su comida, ya que puedes comer un ceviche de pescado buenísimo y un salmón ahumado casero ¡espectacular!. Los peques disfrutarán de los calamares rebozados con patatas servidos en una gran copa de Martini.
Y para terminar, ¡la porción de tarta de chocolate más grande que he visto en mi vida! (tardamos una semana en acabárnosla). Deliciosa…
Un plan estupendo para celebrar cumpleaños con amigas, ir en pareja o con niños (los camareros guapos y bronceados te cantan el cumpleaños feliz, como en las películas americanas). Chicas, al paraíso se va por aquí!!!
También puedes reservar un trocito de playa, con tumbonas, sombrilla, ducha, barbacoa… sólo para tí.
O simplemente sentarte en una de sus típicas sillas de madera y contemplar el mar.
Lo más cerca del paraíso que he estado hasta ahora…
Enjoy de view ¡y buen fin de semana para todos, nos vemos el lunes!
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