Por el camino de hojas amarillas

Despidiendo al otoño. Terminando de soltar lo que nos duele, lo que nos sobra, los mechones de pelo que ya no nos hacen falta. Porque cada vez somos más fuertes por dentro y no tenemos que demostrar nada. Como los árboles que sueltan sus hojas, sin miedo a desnudar su alma. Dejando una alfombra de hojas amarillas que parece mágica.

A veces hay que parar a observar el camino recorrido o cambiar de rumbo. Empezamos a subir los peldaños, poco a poco, respirando el aire frío. Y pese al esfuerzo de la subida y la pérdida, somos afortunados de sentirnos envueltos en un viento huracanado, lleno de vida. El viento se lleva unas cosas, pero nos devuelve otras.

¿Dónde llevará el camino de baldosas amarillas?

Vértigo, miedo a lo desconocido, incertidumbre… pero seguro que hacia cosas buenas.

Nos adentramos en la estación oscura del invierno. No para que nos invada la tristeza. Tal vez la melancolía. Solo es un tiempo de descanso y de cuidarnos para brotar de nuevo, con más fuerza. Porque en primavera volverá la luz y las hojas verdes de los árboles.

Speak Your Mind

*

Mujeres que Vuelan