Hoy es el Día de la Salud Mental. Me gustaría recordar, que al igual que cuidamos nuestro cuerpo, también es fundamental mimar la mente y el alma. Buscar el equilibrio de todas las partes que somos, rodearnos de personas y momentos que nos hagan feliz. Pero todos somos vulnerables a la enfermedad física y mental, podemos atravesar altibajos, depresión, ansiedad… y necesitar terapia o tratamiento médico.
Por eso es importante que busquemos herramientas externas, para equilibrar alma, cuerpo y mente, como la naturaleza, el yoga, el arte, los libros o salir a pasear con los amigos. Desarrollar herramientas internas, como aprender a respirar, a priorizar, a no darle muchas vueltas al coco, comer de forma equilibrada y dormir las horas necesarias.
Pero también debemos pedir ayuda cuando no seamos capaces de resolver un malestar crónico o una situación concreta. Contárselo a alguien de confianza, acudir al médico o a un terapeuta, nos ayudará a poner orden en nuestras cabezas. Yo he ido a terapia cuando he podido y lo he necesitado. Me ha ayudado a entenderme a mí misma y mi relación con los demás o a afrontar y aceptar situaciones dolorosas. No es un signo de debilidad, querer enfrentarte a ti mismo y a la vida, sino de sabiduría y fortaleza. Algo que deberíamos hacer más a menudo, para evitar la acumulación de miedos y sentimientos que nos frenan, estar mejor con nosotros mismos y seguir evolucionando como personas.
La mujer atraviesa distintas etapas y cambios hormonales: aparición del periodo durante la adolescencia, embarazo, parto, postparto, procesos de reproducción asistida, menopausia… Es importante comprenderlos y aceptarlos, con sus pros y sus contras, porque forman parte del ciclo de la vida. Y que las personas que nos rodean entiendan porqué nos podemos sentir más tristes, perdidas o vulnerables. También la sobrecarga física y emocional o los cuidados de pequeños y mayores pueden mermar nuestra salud mental. Por eso es necesario acudir a un especialista cuando nos sintamos sobrepasadas.
La pandemia y los momentos de incertidumbre que estamos viviendo, han hecho que aumenten la tristeza, la angustia, la soledad y las enfermedades mentales. Sobre todo en mujeres, adolescentes y personas mayores. Además, el personal sanitario está desbordado física y emocionalmente, necesita refuerzo y apoyo. Por eso es importante invertir en salud mental y recursos sociales.
Gracias de corazón a todo el personal sanitario (administrativos, auxiliares, limpiadores, enfermeros, psicólogos, psiquiatras y médicos de residencias, centros médicos y hospitalarios), que se dejan la piel para hacernos sentir mejor cada día. Ojalá las cosas mejoren con la concienciación, divulgación y ayuda de todos.
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