Tal día como hoy, un 30 de septiembre de 1955, moría James Dean conduciendo su “Little Bastard”, un Porsche Spyder 550. El “pequeño bastardo” difícil de conducir, hizo que un rebelde con causa, se convirtiera en leyenda demasiado pronto. Conducía de Los Ángeles a San Francisco, iba a participar en una carrera de coches en Salinas, pero nunca llegó.
Sin duda la forma más bonita de ir de Los Ángeles a San Francisco, es por la carretera de la costa, en descapotable o Harley y sin niños (te llevará 2 o tres días conducir por las curvas de un paisaje espectacular). El viaje más corto en coche es por la carretera interestatal 5 (unos 450 km), aunque también puedes estar en 1 hora en avión, pero no tiene el mismo encanto.
Como íbamos con niño, decidimos hacer un mix en dos tramos. Cogimos la 5 y en la 46, buscando un sitio apartado para comer, llegamos por casualidad a nuestra primera parada: El “Jack Ranch Cafe”. Un típico dinner americano algo oscuro y extraño… La música de fondo de los 50, el ventilador del techo y los curiosos personajes, parecían que ambientasen un capítulo de la serie Twin Peaks y en ese momento, una tarta de arándanos salió de la cocina. En las paredes, un montón de viejas fotos recordaban a James Dean como él quería. “Vivió deprisa, murió joven y dejó un bonito cadáver”, justo a unos metros de este lugar (en el cruce de la 41 con la 46).
En el parking de este café (que antes fue oficina de correos y tienda) está el James Dean Memorial, una escultura de hormigón y acero que rodea a un árbol, hecha por Seita Ohnishi en Japón en 1977.
Merece la pena visitar este rústico y auténtico café porque mientras te comes una buenísima hamburguesa en un decorado más real que ficticio, te adentras en la auténtica América, recordando viejas canciones y leyendas del cine, como James Dean (venden todo tipo de souvenirs, desde despertadores con su cara, matrículas y fotos hasta el periódico con la noticia del día en que murió).
Yo prefiero recordarlo por sus tres imborrables películas: “Al este del Edén”, “Rebelde sin causa” y Gigante” y por esa mirada nostálgica de chico melancólico y solitario.
Ganas mil de hacer el Big Sur! La próxima visita a SF será sin duda en coche haciendo noche en los maravillosos pueblos que te encuentras de camino!
¡Yo también quiero hacerlo entero! Creo que es el mejor viaje por California…