Volver a la Esencia

Termina un año difícil, movido. Y no por los desplazamientos, casi inexistentes, sino por todo lo vivido. Un año que ha resultado estar, lejos de nuestras expectativas, lleno de aprendizajes colectivos e individuales.

Tiempo de ordenar cajones, pero también valores. De hacer limpieza por dentro y por fuera, tanto de cosas como de personas. De cambiar tiempos y prioridades. Aceptar desafíos, incertidumbres y vulnerabilidades. Pensar que el poder no lo puede todo. Reafirmar que el ser humano no es eterno ni invencible. Más bien un pequeño punto en el Universo, casi invisible e imperceptible. Pero cada uno, responsable de una cadena de fragilidad que debemos cuidar: el planeta, la vida, todo y a todos los que nos rodean. A nosotros mismos.

Tal vez una de las lecciones más importantes que hemos aprendido, sea el darnos cuenta de la importancia de volver. Volver a las raíces. Volver a interpretar nuestro pasado o hacerlo por primera vez. Volver a mirar la vida con otros ojos. Con los ojos que miran los niños perdidos y encontrados. En definitiva, volver a nuestra esencia, para volver a empezar.

Este año, algunos no podrán volver a casa por Navidad… Pero siempre podemos volver a encontrarnos con ellos, en algún lugar. Puede que mirando dentro de nosotros, en nuestros corazones. Siempre buscando una luz que alumbre nuestro caminar. (Fragmento del artículo “La importancia de volver” para la Revista Woman Essentia. Si quieres leerlo completo pincha aquí).

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Mujeres que Vuelan